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Cientos de personas acuden a una 'cangrejada' en protesta por la demolición del estudio del artista disidente Ai Weiwei

La concentración se ha realizado en Shanghái, mientras Ai sigue la fiesta desde su estudio-vivienda en Pekín, donde cumple arresto domicilario hasta esta tarde

Cientos de personas han celebrado hoy una gran cangrejada en el estudio del artista y disidente chino Ai Weiwei en Shanghái, en señal de protesta contra la prevista demolición del edificio. Ai ha seguido la fiesta desde su estudio-vivienda en Pekín, donde la policía lo puso bajo arresto domiciliario el viernes pasado para evitar su asistencia.

"Ha sido un gran éxito. La gente no ha estado intimidada. A muchos, la policía secreta les había amenazado con que iban a perder sus trabajos si acudían. También a los estudiantes. Pero la gente se lo ha pasado muy bien. Y eso que es muy difícil no estar asustado, porque en esta sociedad (China) hay una larga tradición de intimidar a la gente", ha explicado por teléfono a EL PAÍS.

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Ai Weiwei, uno de los más artistas chinos más internacionales y acerado crítico del Gobierno, había convocado un banquete con vino local y 10.000 cangrejos en respuesta a la orden de las autoridades de Shanghái de derribar el edificio, construido recientemente.

Para la elección del menú, recurrió a su habitual ironía. Cangrejo de río (he xie) se pronuncia en chino de forma similar a armonioso, el tipo de sociedad y mundo que defiende continuamente el departamento de propaganda del Partido Comunista. El término, sin embargo, se ha convertido entre los blogueros del país asiático en sinónimo de censura. Cuando una información es prohibida o una vivienda expropiada y destruida, escriben con sarcasmo que han sido armonizadas.

Los simpatizantes del polifacético artista -diseñó el vanguardista estadio olímpico de Pekín, del que más tarde criticó la utilización propagandística por parte del Gobierno- han cantado y han comido cangrejos -un manjar otoñal en China-, a pesar de las amenazas y advertencias de la policía y profesores. Algunos asistentes dicen que había agentes de paisano en el festejo, pero que no lo han impedido. "Han acudido unas 600 personas, y contando la gente que fue al estudio ayer, cerca de 1.000", explica Ai Weiwei, quien califica la decisión de ponerle bajo arresto domiciliario de "ridícula". Asegura que los agentes que se han instalado a la puerta de su casa, en Pekín, y le impiden salir le han dicho que estará detenido hasta la medianoche del domingo (siete horas menos en la España peninsular).

Las autoridades "tenían miedo que fuera demasiada gente. Y es verdad, de otra forma, habría habido 10.000 personas. Desde este punto de vista, pienso que están muy satisfechas. Pero, por otro lado, ha habido una abrumadora repercusión en la prensa internacional. Así que creo que se sienten en una situación muy embarazosa", ha dicho.

El artista afirma que fue invitado por los responsables del distrito suburbano de Jiading, en Shanghái, a levantar el estudio en un terreno que albergaba un almacén abandonado. Aunque inicialmente fue reacio, al final aceptó el proyecto ante la insistencia de los dirigentes locales, que querían impulsar el desarrollo de una zona artística similar a las que existen en Pekín. Tras dos años de trabajo, en julio pasado, recibió un aviso de que la construcción era ilegal y sería demolida.

Ai cree que ha sido objeto de una trampa por su continuada crítica social, y, en particular, por sus simpatías con dos casos muy controvertidos en Shanghái: el de Yang Jia, un joven que mató a seis policías en una comisaría y fue ejecutado en 2008, en medio de acusaciones de abusos de la policía; y el de Feng Zhenghu, un activista de Shanghái, a quien China negó repetidas veces el permiso para regresar desde Japón a finales de 2009, y pasó cerca de 100 días en el aeropuerto de Tokio.

Régimen "inhumano"

El artista ha calificado al régimen chino de "inhumano" y ha dicho que Internet forzará su caída. "Esta sociedad no es eficiente, es inhumana en muchas formas políticas. El Gobierno, todo el sistema... sacrifican la educación, los recursos medioambientales y los intereses de la mayoría de la gente sólo para que unos pocos se hagan extremadamente ricos porque están relacionados con el Gobierno", ha declarado hoy a la agencia France Presse. "Esto no puede durar demasiado. Esta sociedad no tiene creatividad, no es más que mano de obra barata muy controlada por la policía. ¿Cómo puede durar esto? Internet es el mejor regalo para China, pondrá fin a este tipo de dictadura", ha afirmado Ai, que tiene miles de seguidores en Twitter, a pesar de que el sistema de mensajes cortos está censurado en China.

Su detención se ha producido en un momento en que las autoridades han intensificado la represión contra los críticos, como consecuencia de la concesión del Premio Nobel de la Paz al disidente chino en prisión Liu Xiaobo. Muchos de ellos, incluida Liu Xia, la esposa del galardonado, se encuentran bajo vigilancia o sometidos a arresto domiciliario.

Una simpatizante de Ai Weiwei muestra un afiche del artista disidente chino durante una protesta en Shanghái
Una simpatizante de Ai Weiwei muestra un afiche del artista disidente chino durante una protesta en ShangháiREUTERS
El artista chino Ai Weiwei, en su casa de Pekín, al tiempo que en Shangái se celebra una protesta contra su arresto.
El artista chino Ai Weiwei, en su casa de Pekín, al tiempo que en Shangái se celebra una protesta contra su arresto.AFP

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