El cardenal venezolano Urosa explicará en el Parlamento sus críticas a Chávez

El grupo del Partido Socialista Unido de Venezuela, mayoritario en la Asamblea Nacional, ha reservado un asiento al cardenal venezolano Jorge Urosa Savino, para que mañana se siente allí y explique "por qué condena el socialismo del siglo XIX" de Hugo Chávez. La citación del cardenal es solo el último episodio de la historia de desencuentros que desde el pasado 5 de julio han protagonizado el Gobierno de Chávez y la Iglesia venezolana.

La tensión ha llegado al punto de que la Cancillería de Caracas ha llamado a consultas a su embajador en el Vaticano con la idea de revisar el convenio titulado Modus vivendi, firmado el 6 de marzo de 1964, que regula la relación entre ambos Estados. Chávez sostiene que este acuerdo otorga privilegios económicos a la Iglesia católica por encima de otras religiones que se practican en el país.

Mientras las relaciones de Caracas con el Vaticano penden de un hilo, el Parlamento venezolano ha elaborado todo un expediente con las declaraciones hechas por el cardenal desde octubre de 1998 que, en su opinión, lesionan la imagen del presidente. El documento completo puede leerse en la página web de la Asamblea Nacional, donde está acompañado de un vídeo titulado Así es la Conferencia Episcopal Venezolana, que retransmite una y otra vez el canal estatal Venezolana de Televisión. Ambas piezas, sostienen los diputados, bastan para afirmar que, además de ser un crítico de la gestión de Gobierno, el cardenal Urosa participó en el golpe de Estado que derrocó a Chávez durante 48 horas en abril de 2002 . Por eso, Chávez ha exhortado al cardenal a que acuda también al Tribunal Supremo de Justicia para dar explicaciones.

Este renovado pleito entre el Gobierno de Chávez y la Iglesia venezolana comenzó a principios de mes, cuando el cardenal Urosa Savino emitió unas declaraciones desde Roma, advirtiendo que el presidente Chávez "pasa por encima de la Constitución" y pretende conducir al país "por el camino del socialismo marxista, que es totalitario, y conduce a una dictadura". La respuesta de Chávez contra el cardenal fue inmediata: "Es indigno este señor de llamarse cardenal de la Iglesia católica (...). Viene el cardenal a hablar de comunismo, que es un peligro para el pueblo, como si aquí tuviéramos un proyecto comunista", dijo el presidente el día 5, durante el acto de conmemoración de los 199 años desde la firma del Acta de Independencia. Luego agregó algunos insultos y cargó contra la Iglesia, en general: "Es un troglodita. No se da cuenta de que el pueblo no es manipulable por sotana ni por nada, este pueblo es libre. Mientras tengamos estos obispos aquí, lamentablemente nos sentimos bien alejados de la jerarquía de la Iglesia católica".

En el mismo discurso, Chávez criticó que el Vaticano no haya tomado en cuenta su opinión en el nombramiento de cardenales y obispos. "Le mandé a decir al Papa que yo tenía mi candidato, que es un señor que debería ser supercardenal porque lo merece", dijo al referirse a Mario Moronta, obispo de la región andina.

La opinión del presidente fue respaldada más tarde por los poderes públicos. La Asamblea Nacional convocó una sesión para rechazar las opiniones del cardenal, mientras que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, llamó a la Iglesia a "respetar" las instituciones del Estado.