Turquía veta vuelos militares israelíes en su espacio aéreo
Ankara responde al asalto a la flotilla de Gaza, saldado con nueve turcos muertos
Turquía ha cerrado su espacio aéreo a los vuelos militares israelíes. Se trata, según el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de una consecuencia del asalto israelí a una flotilla que intentaba romper el bloqueo de Gaza. En el asalto, el 31 de mayo, murieron ocho ciudadanos turcos y un ciudadano turco-estadounidense. Erdogan ha explicado en Toronto, donde participaba en la reunión del G-20, que los cielos de Turquía seguirían abiertos a los vuelos civiles israelíes.
La tensión entre Turquía e Israel comenzó mucho antes del asalto marítimo. La Operación Plomo Fundido, con la que en diciembre de 2008 Israel quiso debilitar las fuerzas de Hamás en Gaza y en la que murieron unos 1.400 palestinos, marcó un punto de inflexión. Erdogan empezó a distanciarse de Israel, tradicional aliado de Turquía, dentro de una maniobra global de estrechamiento de alianzas con los países musulmanes. En enero de 2009, durante la reunión del Foro Económico Internacional de Davos, Erdogan abandonó un debate en protesta por una intervención del presidente israelí, Simón Peres, justificando el ataque a Gaza.
Los sucesos de la flotilla agudizaron la crisis. Turquía retiró a su embajador en Tel Aviv y suspendió diversos proyectos de cooperación militar. Por el momento, sin embargo, la tensión es muy controlada y las relaciones no están rotas, ni mucho menos.
Hace cuatro días llegó a Israel un grupo de oficiales turcos para adiestrarse en el manejo del avión teledirigido Heron, de fabricación israelí. Turquía ha comprado varias unidades del Heron, dentro de un programa de adquisiciones militares por importe de 146 millones de euros, para utilizarlas presumiblemente en el conflicto con la minoría kurda.
Erdogan insiste en que el embajador turco volverá a Tel Aviv y las relaciones diplomáticas y comerciales se normalizarán cuando Israel pida disculpas por la actuación de sus soldados en el asalto a la flotilla, financiada básicamente por Turquía, se devuelvan los barcos confiscados, se establezca una comisión investigadora internacional con participación turca y sean indemnizados los familiares de las víctimas. En Israel, se reunió ayer por primera vez la comisión que investigará el abordaje. Se fijaron cuestiones de procedimiento y se anunció que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, será el primero en ser citado.
El Gobierno israelí dijo no haber sido oficialmente informado sobre el cierre del espacio aéreo a sus vuelos militares, pero confirmó que el domingo un avión que transportaba oficiales de visita a Auschwitz tuvo que dar un rodeo. El Gobierno no hizo comentarios sobre la decisión turca para no complicar más, dijeron, unas relaciones cada vez más difíciles.
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