Ejecutado en Utah el preso que pidió morir fusilado
La Corte Suprema de Estados Unidos rechaza aplazar la muerte de Ronnie Lee Gardner horas antes de su ejecución
El preso Ronnie Lee Gardner ha sido ejecutado en Estados Unidos ante un pelotón de fusilamiento, un método que eligió el propio reo y que no se había utilizado desde 1996, informa la cadena CNN. Gardner, de 49 años y que había sido condenado por asesinato, ha sido fusilado en la prisión estatal de Utah, en las afueras de Salt Lake City, a las 00.20 hora local (6.20 en la España peninsular), según la misma fuente. Amnistía Internacional ha condenado la ejecución.
Horas antes, tanto el Tribunal Supremo de EE UU como varias cortes de apelación e incluso el gobernador del estado de Utah, Gary Herbert, negaron el perdón a Gardner, que fue condenado a la pena capital por el asesinato de Michael Burdell, un abogado defensor, en 1985. Cometió el crimen cuando trataba de escaparse de un tribunal de Salt Lake City por un primer juicio en el que estaba acusado de matar a un camarero y de robo. Los abogados del reo basaron sus solicitudes de clemencia o aplazamiento de la ejecución en los problemas sufridos por Gardner en su juventud, cuando fue víctima de abusos y de la adicción a las drogas. También afirmaron que su cliente fue tratado injustamente durante el juicio en 1985 porque carecía de fondos para pagarse una defensa legal competente. Andres Parnes, su abogado en la etapa final del proceso, señaló que tras 25 años en el corredor de la muerte, la ejecución de su cliente era un castigo cruel y que era mejor que purgara sus crímenes de por vida en la cárcel.
"Lo eligió porque creía que era más humano"
Ronnie Lee Gardner ha fallecido atado a una silla, con la cabeza cubierta con una capucha y una diana colgada del pecho, todo por elección propia. Cinco agentes han ejercido de verdugos con el visto bueno del Departamento de Prisiones. Los cinco iban armados con rifles del calibre 30, pero solamente cuatro han disparado balas reales, el otro lo ha hecho con fogueo. La sala de ejecuciones es una habitación de seis metros por siete, cuyos cristales son antibalas y opacos, para proteger "física y emocionalmente" a los testigos, según informa la oficina de prisiones de Utah. Al decidir la forma de morir, Gardner no tuvo la intención de causar un drama o una controversia, según Parnes. "Lo eligió porque creía que era más humano. No fue una cuestión de publicidad. Solamente lo prefería", ha señalado el abogado.
Tras pasar 25 años en el corredor de la muerte, el lunes por la noche perdió su última apelación ante la Corte Suprema de Utah. El reo ha muerto fusilado por decisión propia. Utah es el único de los 35 estados de EE UU que permite este tipo de ejecuciones aunque en 2004 desterró de sus leyes esta opción. Sin embargo, los condenados antes de ese año pueden todavía elegir entre el fusilamiento y la inyección letal. Todavía quedan cuatro presos en el corredor de la muerte condenados antes de 2004 y que pueden optar por el fusilamiento, cuenta The New York Times. La mayoría se decanta por la segunda opción. Gardner, no. Así que Utah -y, por ende, EE UU- ha fusilado a un reo por primera vez en 14 años.
El caso de Gardner es especialmente macabro. Desde que las instancias legales estatales rechazaron conmutarle la condena a muerte por cadena perpetua hace varios meses, el preso sopesó las ventajas e inconvenientes de morir tiroteado o inyectado por un cóctel mortal de químicos. Finalmente, se decidió por este final. Gardner tiene un largo historial delictivo. Con apenas 10 años, se hizo adicto al LSD y la heroína. Poco después fue ingresado en un psiquiátrico, aunque no se le diagnosticó ninguna enfermedad mental. Los médicos pensaron que estaría mejor allí que en la calle. De vuelta a la libertad, fue víctima de abusos sexuales durante su adolescencia. A los 23 años ya era un asesino.
Solo otras dos personas han sido fusiladas desde que el Tribunal Supremo reinstauró la pena de muerte en 1976 tras un parón de cuatro años. Todas han sido en el Estado de Utah: Gary Gilmore en 1977 y John Albert Taylor en 1996. Al contrario de Gardner, Taylor, el último fusilado antes que él, decidió morir de esta forma para avergonzar a las autoridades. En los más de 160 años de historia de pena de muerte en EE UU, 40 de un total de 49 personas que han sido ejecutadas por un pelotón lo han sido en Utah, según el Centro de Información para la Pena de Muerte (CIPM). Según cifras del CIPM, con la ejecución de Gardner suman 1.217 los asesinos que han sido ejecutados en EE UU desde 1976. De ese total, más de un tercio han sido ejecutados en Texas, el estado que más aplica el castigo
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