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El puñetazo de la mano invisible

La frase que lo explica todo deberá ser cotejada y comprobada. Al parecer es de Zapatero aunque parezca de Felipe González (quizás significa que finalmente está aprendiendo): “Íbamos a reformar los mercados y los mercados nos han reformado a nosotros”. La mano invisible nos ha dado un puñetazo en plenas narices. A Zapatero, pero también a quienes como Sarkozy pretendían reformar el capitalismo, o como Díez-Ferrán pedía una tregua a las reglas del mercado. No es cuestión de exculpar al joven presidente, porque ha trabajado a conciencia para encontrarse con lo que ahora tiene, sobre todo a la hora de elegir a sus equipos y de prescindir de fusibles. Pero esta hecatombe económica (crisis es una palabra de tan usada que queda cada vez más corta) le supera por todos los lados porque es plenamente europea, ya que golpea al euro con saña, afecta al mismo proyecto europeo y coincide con el momento en que más claramente se percibe el declive europeo en el mundo.

Hay que recortar gasto y subir impuestos, así de claro. Las fórmulas unilaterales no valen: se acabó la polémica entre quienes sólo querían reducir el gasto y quienes sólo querían aumentar ingresos. Hay que hacer ambas cosas a la vez. Más descartadas todavía quedan las ideas originales de quienes querían aumentar el déficit o recortar impuestos, aunque se ha hecho una cosa y la otra a lo largo de la crisis. Quien gasta más de lo que ingresa tiene que ajustar las cuentas algún día, así de sencillas son las cosas y esta visión germánica de la salida de la crisis que ahora se está imponiendo.

Es verdad que si no hay nada más que acompañe a la podadora, podemos enfrentarnos a una deflación durísima y un estancamiento japonés de diez años. Pero ahí es donde Europa debiera empezar a existir, como mínimo con la recuperación de aquel programa de Lisboa, ahora Agenda 2020, que debía convertirnos en los más competitivos y productivos del mundo. Merkel quiere invertir en investigación y desarrollo y no bajar el gasto educativo; los países más pobres no podrán hacer probablemente ni una cosa ni otra. Ahí es donde necesitamos más Europa: objetivos europeos, inversiones europeas y convergencia europea. El euro y Europa deben seguir funcionando en una calle de doble dirección.

Comentarios

Yo opino que no se sostiene el drástico recorte de la locomotora europea con el mantenimiento de la Unión tal y como hoy se encuentra configurada y mucho menos con el anuncio de nuevas ampliaciones como la de Estonia. No tiene sentido la existencia de la Unión en este escenario ni seguir su recorrido hacia esa labor integradora. Se ponen en peligro el desarrollo de las políticas comunes y avanza el desmemebramiento de la Unión Europea en donde, por ser consecuentes, se comenzará con la aprobación de un Presupuesto Comunitario radicalmente distinto al que nos encontramos para este año. Yo opino que Alemania ayer dijo adiós al euro y a europa. Inglaterra hizo lo mismo de forma velada. Y el silencio de Francia u otros países nos avanzan que cuando tomen la palabra será para posicionarse con una actitud mucho más desintegradora... No entiendo el silencio de Van Rompuy, Ashton o Barroso ante esta nueva situación. Creo que se acerca la convocatoria de una gran cumbre europea y la salida precipitada de Francia de la eurozona. Y Javier Solana dando clases en la Complutense...vaya tela. ¿Examinará a sus alumnos con el mismo rigor que a la viabilidad económica de Europa? Hacen falta nuevos líderes para una nueva era. Vaya tela.
La frase no es de Zapatero, o Zapatero la copió. Se la leí a Nacho Escolar hace ya un mes: "Íbamos a reformar el capitalismo, y al final ha sido el capitalismo quien nos ha reformado a nosotros".http://www.escolar.net/MT/archives/2010/05/y-zapatero-cogio-la-tijera.html
Los que desde hace tiempo venimos diciendo que lo que estaba ocurriendo era una crisis del capitalismo y que había una ofensiva en toda regla de las fuerzas de derecha, neoliberales, a nivel mundial, para defender SU sistema capitalista; los que decíamos que Zapatero, no es que no viera la crisis, sino que – demasiado optimista y confiado en que la ciudadanía entendería y juntos podríamos combatirles- pensaba que quizás podría soslayarla para que afectase lo menos posible a los trabajadores ¿Qué podemos decir ahora? Pues nada… seguir denunciando la mezquindad, la miseria moral de los dirigentes del PP, muy conscientes de lo que pasa y de lo que hacen… y seguir quejándonos de la cobertura que los medios (hablo en general) les han dado, y siguen dando, haciendo amarillismo en muchos casos, en lugar de ayudar a los ciudadanos a entender – de verdad- la realidad de lo que está pasando.
¿Que fue de aquello de "reformar el capitalismo"? Toma balonazo. Ya vemos quién tiene la sartén por el mango. Es la plutocracia del siglo XXI. Nada nuevo bajo el sol. ¿o sí? Vemos al lobo afilar sus dientes. Está ahíto, pero quiere más. Buenas noches, Europa. Puestos a ahorrar, dinamiten el Parlamento Europeo, la Comisión, toda Bruselas. ¿Algo más?
Quizás sea la hora de aceptar que Europa como unidad supranacional ha dejado de funcionar, y que ha llegado la hora del interés nacional. Con ello, el Estado de Bienestar europeo va camino de ser un grato recuerdo. Observo las prácticas reales de trabajo en China (salarios bajos, grandes jornadas de trabajo) y creo que eso es lo que nos espera. Es decir, una mezcla de capitalismo con autoritarismo. Sé que no quiero eso, mas no sé qué puedo hacer yo, una partícula en este mundo, para frenar ese avance de desigualdad. Alemania apuesta por esta vía del interés nacional. El euro como aventura colectiva está en serio riesgo: parece que muy pocos apuestan por su sostén. Yo, que aún creo en la mano invisible, me pregunto porqué ésta no puede con la mano que mece la cuna, ésa que mueve el mundo. Un saludo.
Ahora que paises como Grecia han tocado fondo aparecen datos de otros paises que en el momento de su ingreso en la Unión Europea falsearon algunos datos sobre su economía. En este momento tan pésimo se hacen públicos estos datos esperando que todos se vuelquen en auydarles en su recuperación. ¿Cómo se lleva a cabo el ingreso de un nuevo país en la UE? En vez de pensar en el ingreso de nuevos paises se tendría que procurar mantener los ya existentes dentro del Estado de Bienestar que tanto se predica. Las medidas que se van a tomar están provocando el inicio de una larga lucha por nuestros derechos que al fin y al cabo nos harán pasar por el aro a todos para poder "sobrevivir" en este hoyo en el que hemos caido.
La mayor parte de la Deuda soberana y el Riesgo país es un montaje lucrativo para unos pocos. El sistema económico mundial y de la mayor parte de las naciones que hoy estan reduciendo salvajemente gastos (y lo que habría que reducir, en todo caso, es el diferencial entre ingreso y gasto. Si reducimos el 2º, y por consecuencia el 1º al suponer menos gastos y por ello menores ingresos impostivos, nada habremos hecho con la deuda, pero sí un daño, hoy terrible, a la recuperación económica)puede perfectamente aguantar la situación actual de endeudamiento soberano. Pero todo esto suena a montaje de los "subasteros" de la Deuda pública. ¿Recuerdan el montaje de la Gripe A, la OMS y la presión y brutal beneficio de las Farmacéuticas que controlaban en la sombra la OMS?. Esto es exactamente igual a nivel economía global, y el "lobby" de subasteros de Deuda forrándose con el apoyo de ultraliberales como Merkel y Cía, que no tenían que haber tocado su sistema para nada (salvo para incrementar el pánico económico mundial y forzar a otros gobiernos más reticentes al ultraliberalismo económico). Y lo peor aún por venir: ¿qué pasará cuando Francia anuncie sus medidas?, ¿e Italia, cuyo silencio vaticina los peores augurios sobre su situación y sus verdaderas cuentas?. El fondo de la crisis aún está por venir, y va ser muy-muy duro, salvo que alguien sea capaz de pararles los piés al selecto grupo de descerebrados imversores de la deuda pública que dominan hoy la economía mundial. A las farmaceuticas les paró los pìés la llegada del verano ... ¿y a estos ...?.Suerte a todos, los malos tiempos son llegados.
"El socialismo trabaja muy bien hasta que se acaba el dinero ajeno", dijo la Sra. Thatcher. Finalmente la población "beneficiada" por los desmanes socialistas se da cuenta de que SE ACABÓ LA PASTA GRATIS. Ahora a reconstruir el socialismo basándose en el capitalismo. Buena suerte, Europa.Abraham Lincoln dijo: "Property is the fruit of labor...property is desirable...is a positive good in the world. That some should be rich shows that others may become rich, and hence is just encouragement to industry and enterprise. Let not him who is houseless pull down the house of another; but let him labor diligently and build one for himself, thus by example assuring that his own shall be safe from violence when built." -- March 21, 1864 - Reply to New York Workingmen's Democratic Republican Association"."La propiedad es fruto del trabajo... la propiedad es apetecible... es un bien positivo en el mundo. Qué unos sean ricos indica que otros se pueden enriquecer, y por lo tanto es un justo estimulo para la laboriosidad y la iniciativa. No permitir a quién no tiene casa destruir la casa de otro; pero permitir que trabaje diligentemente y que construya una propia, y así asegurar por ejemplo que la suya estará a salvo de violencia cuando esté construida." -- 21 de marzo de 1864 - Respuesta a la Asociación Republicana Democrática de los Trabajadores de New York.
La política económica europea, requiere una revisión. O una reconversión. Los planteamientos iniciales resultaron excesivamente proteccionistas frente a terceros, por lo que se adoptaron medidas en la misma línea dicotómica que en el escenario actual resultan dificiles de superar, sobre todo bajo la amenaza de una posible deflación. La política de subvenciones ha estado ocultando, por una parte, una deficiencia infraestructural y por otra, planteamientos poco sensibles que entiendo inadecuados para el desarrollo y la práctica de una ciencia como la económica. Donde una decisión por moderada que parezca ocasiona consecuencias notables, y repercute no sólo a nivel sectorial, sino que afecta a otras áreas de organización y desarrollo. Hemos tratado de represenar un papel que no respondía a nuestras posibilidades ni se correspondía con nuestras características. Y se ha descuidado hasta extremos el motor sobreexplotado de nuestra economía. Por lo que no hemos conseguido superar ninguna de nuestras necesidades: la necesitada y urgente inversión en los sectores primarios y un nuevo planteamiento en el desarrollo del Turismo. Desde hace tiempo algunos de nuestros sectores productivos están parados, y mantenemos ciertos mercados a base de un proteccionismo poco ético que perjudica relaciones económicas comerciales en otros sectores. Simplemente porque se ha mantenido un proteccionismo de urgencia. Porque se dejó de lado un estudio serio, viable y abierto, de la política agraria. La relación con terceros, es la que se ha deteriorado bajo el prisma de un pobre planteamiento, y nos exige ciertas compensaciones que de momento no resultan enriquecedoras. Europa está muy centrada en si misma y es lenta. Tiene complejo de bloque y descuida su papel internacional. Relega a terceros a un papel sin prever posibles perjuicios a medio plazo. Y cuando se ponen de manifiesto actúa subsidiariamente. Pasivo y más pasivo en todos los órdenes. España deja de ser productiva porque no es productora, que era lo único que podía ser. Y mientras se ponen en marcha nuevos proyectos, se aletarga el tránsito porque tampoco se había previsto. Tomar como referentes a otros países cuyas necesidades difieren de las nuestras, también me parece un error. ¿Qué semejanzas compartimos en el sector industrial con Alemania, por citar un ejemplo?
A continuación una de las muchas respuestas posibles al artículo de hoy, en el que el Sr. Bassets se une abierta y definitivamente a las filas de Libertad Digital, Intereconomía, etc.____ ____ ____ ____ ____Usted tiene la culpaHemos vivido por encima de nuestras posibilidades, dice el gobierno alemán y responde a coro el de Reino Unido. “Hemos”, sí. Nosotros. Usted y yo; no me ponga ahora esa cara. Tal vez falle su memoria y no se acuerde de aquella vida mejor y derrochadora. O tal vez sea de esos infelices a los que la memoria les funciona muy bien, y aún recuerda cómo empezó todo. No fueron las pensiones ni el coste del despido ni los sueldos de los funcionarios. Sucedió hace ya dos años, cuando el sector financiero infló un inmenso globo de mierda que estalló, y nos llenó de mierda a todos. ¡Cuánta basura ha llovido desde entonces! Primero socializamos las pérdidas, y endeudamos a los estados. Reflotamos los bancos, les devolvimos las llaves a los mismos dueños que los habían estrellado y, con una palmadita en la espalda, les pedimos que para la próxima tuviesen más cuidado. Alguien habló de refundar el capitalismo, algún ingenuo. Pero condenamos a Madoff, que el que la hace la paga (ja, ja). Y así nos arrastramos hasta mayo de 2010, cuando el mismo sector financiero que había provocado la crisis se puso a especular contra la misma deuda pública con la que se les había rescatado.Era una competición desigual: el mercado financiero global contra un montón de divididos estados. Desde ayer, es obvio quién ha ganado. El primer país de la UE, Alemania, anunció que se apretaba el cinturón. Es una mala noticia. Significa que en Europa tonto el último, y que su deuda saldrá más barata, ergo la nuestra más cara. Que el final de la crisis tardará más en llegar, porque el consumo se frenará. Que habrá más recortes sociales. Que la soberanía popular cotiza en bolsa, y que su precio cae en picado. Pero lo peor es otra cosa. Hemos asumido que la culpa fue nuestra; y que por eso merecemos la penitencia.Fuente: http://www.escolar.net/MT/archives/2010/06/usted-tiene-la-culpa.html
Felices tiempos (1864) cuando no existía la idea de hipotecarse por una casa, ¿no, Hugo? Nuestros nietos vivirán en pisos de alquiler, como era costumbre en tiempos de la Restauración de Cánovas del Castillo, o en la I República. El apriete de tuercas será progresivo, sin duda. La gente teme perderlo todo, excepto la dignidad. Al fin y al cabo, no da de comer... Lo que más me llama la atención es cómo la crisis de las hipotecas subprime o "ninja" derivó en esto... En España, esto les explotó a bancos , inmobiliarias y empresas constructoras por igual, arrastrando a los que se habían endeudado por un piso en propiedad. Posiblemente la cultura económica del crédito no desaparezca, pero esto sólo demuestra las posibilidades de trampa kafkiana que tiene. Un sistema irresponsable, y más aún si traslada sus costes sociales a quienes no tienen culpa alguna de ello, en mi opinión, porque el castigo abarca incluso a quienes han sido ciudadanos ejemplares. Se ha perdido la oportunidad de plantear un sistema y unas reglas de intercambio más justas y menos arbitrarias. Efectivamente, si esta es la única opcion que tenemos y no se nos ocurre nada, aviados estamos. Desde luego, no confiamos en ellos. Es curioso, pero tampoco deseamos cambiarlo. Si no cómo se explica ese silencio tan clamoroso. La gente se queja calladamente en los bares, como mucho. ¿Servidumbre de quienes aspiraban a considerarse clase media, y ahora ven un futuro magro y escaso? Vivimos en un mundo en el que si no tienes coche ni piso, eres un perdedor o un bohemio. Se nos olvida que sólo tenemos esta vida, e incluso ésta es de prestado. Pagar a futuro (¿Qué es el futuro?) el suelo en el que duermes ahora, si nadie te cobra por cada paso que des para sobrevivir, se me antoja un invento increible. Es pagar por vivir. No es mi trabajo lo que me sustenta (puesto que no es "per se" mío, si soy un asalariado), sino el dinero. Das tu tiempo (tu única monedad real) a otro, que supuestamente, te paga "in kind" . El dinero es tiempo. De ahí que pierda sentido cuando llega a cifras millonarias. Cosas del cacareado contrato social. Realmente, la sociedad moderna tiene este fundamento. Ciertamente, es posible imaginar una manera de "pagar" el esfuerzo que acometemos y que este nos dé recompensa. Hay tantas como neuronas tiene nuestro cerebro. Pero técnicamente todo tiene límites, hasta que venga una nueva revolución técnica y lo cambie todo. El capitalismo nació de una (al igual que antes que él, la revolución neolítica) , y nos dio increíbles avances materiales, pero no es perfecto y a veces, los costes de su descontrol en algunas de sus variantes son terribles (capitalismo bursátil, o el colonialismo económico). Personalmente, si salimos de este planeta como especie, no será con el capitalismo. Será otro sistema, quizás parecido, pero muy diferente. Si lo pensáis un poco, comprenderéis porqué.
Jorge:El punto era la propiedad privada, pero ni modo. Mi posición continúa siendo: "Caveat emptor". Te recomiendo que leas el contrato de hipoteca, que entiendas el mecanismo, y que no te endeudes más allá de tu capacidad de repago. Hacer otra cosa es exponerte al desastre (como ahora los españoles están descubriendo.)Recuerdo leer en este blog los insultos a USA por ser "paleolitica" por no ser suficientemente socialista para no tener sanidad pública "gratis". Ahora que se la rebusquen para encontrarla en España porque se acabó la pasta. Lo mismo con el futuro del AVE, y todos los mega-proyectos de ZP que se harían con dinero prestado.Para que no sigas torturándote porque no te gusta el resultado de los actos socialistas de tu gobierno: EL RESPONSABLE DE LOS ACTOS IDIOTAS DEL GOBIERNO ES EL PUEBLO. No hay nadie más.Mil euros solo son mil euros. No es capital de millonario. No actuar como si lo fuese. Las lamentaciones no tienen eco, Jorge, como se dice aquí: Tough.Te hago la pregunta de los mil euros: "Cuando solo tienes medio pastel, ¿cuánto pastel puedes comer? Los países pobres saben la respuesta desde hace mucho tiempo.Te pido perdón por adelantado por mi español de hijo de "peones recolectores cosechas" que mis padres con muchisimas dificultades me lograron enseñar de noche y alumbrados por candelas y luchando contra el cansancio de la jornada de sol a sol en los campos de verduras de California o Andalucía (tengo dudas sobre mi origen, lugar de residencia y estado migratorio.) Se los agradeceré siempre, al mismo tiempo que lucho a muerte contra mi "herencia hispana".
Ya sabía yo que no podía irme al pueblo a ver a mi abuela y dejarle sólo unos días señor Hugo ... hale a meterse los dedos en la boca y vomitar la medicación. Y ahora me ha contagiado a don Lluis que le ha subido la fiebre y no sabe lo que escribe! Mira que parecerle bien que les den puñetazos a los pobres! Ahora mismo les traigo las pastillitas y se las toman todas ... y sin rechistar!p.d. Los Periodistas - unos comentarios muy oportunos ayer y hoy, camaradas.
"EL RESPONSABLE DE LOS ACTOS IDIOTAS DEL GOBIERNO ES EL PUEBLO" Ergo, EEUU escoge a Obama, luego los errores de Obama son los del pueblo estadounidense. Cuidado con las analogías que pueden surgir. ;)
¿Y tú dudabas que la elección de Obama ha sido la idiotez colectiva de la sociedad de USA? ¿Y si no es así, de quién fue?Si no es USA la que paga por lo que Obama hace, ¿quién paga, España? Hombre, es el problema de siempre. Los alemanes decían: "yo no tuve la culpa, me dieron órdenes," pero igual salieron colgando de varios lazos.En una democracia, más que en ningún otro tipo de gobierno, la sociedad es responsable por lo que hace el gobierno en su nombre. ¿No ves como trabajamos febrilmente para quitarles a los Demócratas la mayoría en las dos casas (A esto se le llama "cortar las piernas" en USA pues el presidente poco puede hacer sin apoyo legislativo.) Por cierto, hoy hay elecciones primarias en Nevada donde se decide a quién enfrentará el Presidente del Senado, Harry Reid (quién está perdiendo por más del 20% en los sondeos.) Igual en California donde Barbara Boxer, rematada izquierdista, parece que enfrentará a Carly Fiorina, ex-CEO de Hewlett-Packard, Republicana Conservadora y muy inteligente, y perderá. Lo mismo en Arkansas donde los demócratas perderán otro escaño con Blanche Lincoln. ¿Ves?, responsabilidad y analogía nula.
Me pregunto desde mi ingenua concepcion de la economía: si todos los grandes paises están endeudados ¿a quien le debemos la pasta? ¿Porqué no hacer borrón y cuenta nueva? Hay algo que no encaja en esto de la economía...
Este escrito es de la compañera posteadora Veredas de la Comunidad el PAIS. Por favor, lealo, creo que no anda muy descaminada en sus apreciaciones. Las descalificadas "calificadoras de crédito", representadas por la tripleta del oligopolio anglosajón Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch– le asestaron en forma selectiva un golpe demoledor a Grecia y al euro (sin tocar a Estados Unidos ni a Gran Bretaña, técnicamente en peor situación), lo cual aceleró la segunda ola del caos financiero global. Todo apunta a que, tras la brutalidad del ataque contra el euro y más allá de la anécdota coyuntural de un puñado de especuladores inconscientes, ávidos de ganancia, subyacen otros objetivos –geopolíticos- calculados mucho más fríamente. Y ello, sobre todo, porque los apetitos especulativos, por codiciosos que sean, no pueden explicar por sí solos la duración de una ofensiva que amenaza, incluso a corto plazo, no solo a la Zona Euro sino a la mismísima Unión Europea. El problema es que, hasta el momento, nadie se ha tomado la molestia de denunciar el sofisma (por no decir el absurdo) que supone argumentar que restauración de la confianza en los mercados ha de pasar, necesariamente, por la aplicación de toda una serie de políticas de ajuste. En primer lugar porque ¿acaso se va a permitir que los mercados impongan, por sí solos, sus propias leyes a todos los demás? Por otro lado porque ¿acaso no empieza a ser momento de poner en duda el capitalismo accionarial, anónimo y viscoso, capaz de arruinar a un país detrás de otro, siguiendo quién sabe qué opacos criterios? Son los anglosajones quienes intentan por todos los medios desestabilizar la moneda común europea –el euro–, que es el logro mayor alcanzado hasta la fecha en el camino largo y difícil de la Unión Europea. Son los hedge funds desregulados de Nueva York y Londres los que se han empecinado en hundir el euro. Es el Financial Times quien da por segura la quiebra de Grecia, con la consiguiente reestructuración que castigue a los bancos que le prestaron dinero y a sus gobiernos, que –dice– han pretendido ayudarles de forma oblicua. Y es la prensa financiera anglosajona la que hace tiempo que presenta una visión extremadamente negativa de la economía española, que presenta unos datos que no son peores, por ejemplo, a los que brinda el Reino Unido. Tanto es así que, en las recientes jornadas de Sitges, Joan Maria Nin ofreció unas cifras comparativas entre España –por un lado– y el Reino Unido y Holanda –por otro–, relativas a la deuda privada, la deuda pública y la deuda externa, que provocaron asombro por ser mejores las españolas. ¿Qué busca entonces esta campaña? De forma directa, la voladura del euro, e, indirectamente, la paralización de la construcción europea. ¿En beneficio de quién? El quid de la cuestión está en que el euro no tiene ninguna de las ventajas de las antiguas monedas “nacionales” y sí todas sus desventajas. Como los estados europeos gastan cada uno en lo que les da la gana amparándose en artificios contables —por ejemplo, con la contabilización de las ayudas a los bancos de los países grandes—, nadie se responsabiliza de la moneda única. En Europa el Banco Central Europeo no es una auténtica institución económica. No sólo está mal dirigido —su director hablaba de inflación en plena deflación, al principio de la crisis—, sino que ni interviene regularmente en los mercados de deuda —al fin lo ha hecho tímida y puntualmente, cuando se redactaba esta nota—, ni apoya la producción inyectando liquidez a las grandes empresas, ni puede comprar deuda pública de primera emisión, ni —a diferencia de la Reserva Federal americana— tampoco tiene el deber estatutario de proteger el empleo. Sólo ahora, en el momento de las dificultades, se ha creado para la ocasión una especie de bolsa común europea, para tratar de evitar los ataques especulativos en los mercados de deuda, ya que el ataque a la deuda pública de un estado de la UE resulta ser un ataque a todos ellos. En cierto modo la economía europea está atada de pies y manos. Al principio de la crisis se recurrió, como en Norteamérica, a un endeudamiento público de tipo keynesiano, y se creó un déficit público. Eso hizo de débil motorcillo de la economía durante unos meses. Pues el gran motor que había funcionado antes de la crisis, la multiplicación del crédito, se había averiado por completo y duraderamente. Pero si la fuerza del dólar, moneda mundial de referencia —con China muy interesada en su buena salud, pues posee cantidades ingentes de deuda norteamericana—, puede financiar esas políticas neokeynesianas, el euro no puede hacerlo. Pues lo que gasta de más un estado estropea la economía de los demás. En la UE no puede haber neokeynesianismo ni hay crédito. Por eso, dentro de la ortodoxia neoliberal, se impone a las poblaciones un ajuste duro… y ciego. ¿Qué motor puede encontrar la economía en Europa? ¿Dónde está el invento que tire de ella? Esta claro que hay crisis para rato. Más allá de las apariencias, lo que hay que tener claro es que los que en realidad siguen haciendo y deshaciendo son los grandes barones del Partido Republicano, y ello gracias al seductor Barack Obama. Por eso Estados Unidos tiene un doble discurso: el de los mercados y el de su presidente, que suele intervenir para tranquilizar a los europeos –en estricta aplicación de la Doctrina Monroe de no intervención en los asuntos internos europeos, a menos que los intereses estratégicos de Estados Unidos pudieran verse afectados- y para urgirlos a estabilizar su moneda, o sea, las políticas económicas europeas, indisociables de la salud, buena o mala, de su moneda común. Todo eso, por supuesto, no es injerencia en los asuntos internos de Europa, ¡no! Aunque ¿se han parado a imaginar por un momento a Angela Merkel o a Nicolas Sarkozy organizando Manhattan? El otro discurso, inaudible fuera de los círculos de poder, es el que enarbolan los amos de los mercados; es decir, los personajes anónimos que ordenan millares de operaciones sin que los gobiernos puedan identificarlos fácilmente, como reconoció hace poco, la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde. Se trata de aquellos que juegan al yoyó con las bolsas como los gatos lo hacen con los ratones: descontando las mismas subidas y bajadas que ellos mismos provocan. Esta criptocracia, ese poder internacional ante el cual el margen de maniobra real de los políticos es reducido, está compuesto por un puñado de personas con magnos intereses materiales… e ideológicos (porque no olvidemos que las ideas son las que, en realidad, gobiernan el mundo; el dinero es solo un instrumento para ponerlas en práctica). A dichos personajes les caracteriza un irrefrenable deseo de poder y una bajeza moral sin límites, como demuestran las guerras que alientan o preparan en Asia Central, en el Cáucaso o en Oriente Medio. Esos oligarcas conforman la élite financiera, trabajan en los complejos militar-industriales, en las petroquímicas y en la ingeniería genética, pero también son detectables entre los ideólogos y los grandes teóricos que viven de legitimar el sistema; entre los nuevos predicadores, en definitiva, de la religión de la ganancia como nueva forma de monoteísmo, el del mercado. Lo curioso es que esa gente tiene un discurso muy diferente al que articula el ventrílocuo que tiene en sus rodillas el carismático Barack Obama para que suelte sandeces neurolépticas destinadas a las masas inquietas o para sermonear a los dirigentes europeos. ¿Cómo explicar, entonces, la evidente contradicción existente entre las inquietudes expresadas por el presidente Obama con respecto a la devaluación del euro –legítimas, ya que a Estados Unidos le conviene un euro fuerte que siga garantizando que sus empresas sean competitivas, financie sus terroríficos déficits presupuestarios (1,4 billones de dólares) pero, sobre todo, pague el esfuerzo bélico del Pentágono en Irak, Afganistán y Pakistán- y la campaña de desestabilización de las economías occidentales (e incluso asiáticas) mediante ataques reiterados y sistemáticos contra el euro en los mercados? ¿Hasta tal punto son voraces, inconsecuentes e irracionales los especuladores? ¿No son, acaso, lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que esta ofensiva contra la UE pone en peligro a todo el sistema porque está llevando a la economía mundial al borde de una nueva fase de caos? ¿Por qué, entonces, esta suerte de danza al borde del abismo? Porque lo que ya no puede seguir sirviendo de excusa es esa estúpida frivolidad, según la cual, los mercados tendrían vida propia y que, precisamente por eso, resultarían “incontrolables”… En otras palabras, que todo esto “no sería culpa de nadie” sino simple consecuencia de una imposibilidad material para controlar a los actores implicados y a sus excentricidades irracionales. Planteémoslo, entonces, claramente: el riesgo de crac forma parte del meollo de la tétrica partida que está siendo jugada. Los grandes jugadores, fríos y calculadores, gustan de la “teoría de juegos” (de Neumann y Morgenstern), construcción probabilística ideada, en su tiempo, para asentar la doctrina de la disuasión nuclear… Gana el que más órdagos letales lanza. El ejemplo más elocuente es lo que está ocurriendo actualmente: desestabilizar las economías europeas, a pesar de las incidencias, notables y ya mencionadas, que eso puede tener en términos sistémicos, para algunos, tiene sentido. ¿Por qué? Pues, para empezar, porque el caos financiero, monetario y económico puede hacer ganar mucho dinero. De hecho, el arriesgado juego habrá valido la pena si, al final del mismo, Europa termina arrodillándose, comenzando por la pequeña Grecia. Dicho país que es -junto con Italia, España, Irlanda y Portugal- uno de los eslabones más frágiles de la Zona Euro ha sido, hasta ahora, una suerte de electrón libre que ha dificultado una integración plena de los Balcanes en el tejido geoestratégico estadounidense y un control total de la VI Flota sobre el Mediterráneo Oriental (futuro súpercorredor energético en el que, actualmente, el proyecto de gasoducto occidental Nabucco está compitiendo con el programa ruso South Stream). Al final de todo este proceso, puede que los especuladores tengan bastante que perder si la comunidad internacional termina poniéndose de acuerdo para controlar sus apetitos y regular los mercados, pero, en todo caso, ellos, al haber promovido un “caos constructivo”, habrán creado las condiciones para que se produzcan nuevas confrontaciones.

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