Un obispo católico muere apuñalado en Turquía
El presidente de la Conferencia Episcopal turca fue degollado en su casa, en el sur del país, por su chófer y guardaespaldas, según la policía
El obispo Luigi Padovese, presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía, murió degollado a manos de su chófer y guardaespaldas en su casa de verano en a ciudad de Iskenderun, cerca de la bíblica Antioquia, ha informado hoy la policía. Padovese servía en una diócesis en Iskenderun, en la provincia sureña de Hatay. La policía ha dicho a la prensa que Murat Altun, de 26 años, su chófer y guardaespaldas durante los últimos cuatro años y medio, confesó tras ser detenido que lo mató luego de una discusión. Los agentes encontraron también el arma del delito.
El gobernador de la provincia de Hatay, Celalettin Lekesiz, ha informado de que Altun tenía problemas psicológicos que le llevaron a seguir terapias en centros especializados durante algún tiempo, por lo que el suceso no tenía ningún trasfondo político o religioso.
Mikail Tabash, miembro de la Fundación de la Comunidad Armenia, ha asegurado que la relación entre Padovese y Murat era como la de un padre y un hijo, y que este le acompañaba a todos sitios. "Él le dejaba a Murat incluso su caja fuerte. Compartía su comida con él. Sabía que tenían problemas, pero no sabía cuáles eran. Luigi Padovese quería ir hoy a la casa de verano, pero Murat no quería. Luego fueron juntos. La garganta de Luigi estaba rebanada como la de una oveja. No hay mucho más que decir", ha dicho Tabash a la prensa.
El religioso italiano era una persona conocida y apreciada por sus vecinos debido a su espíritu abierto, según los medios turcos. Padovese era el vicario apostólico de la Iglesia católica en Anatolia, un cargo creado hace 10 años y que cubre casi la mitad del territorio de Turquía, desde el mar Negro al Mediterráneo. En la provincia turca de Hatay hay una pequeña comunidad cristiana que vive de forma pacífica con la mayoría musulmana, y es especialmente importante en la tradición cristiana porque es el lugar donde por vez primera se definió como cristianos a los seguidores de Jesús.
Este hecho se suma al registrado en febrero de 2006 cuando fue asesinado el sacerdote católico Andrea Santoro por un menor de edad en la ciudad nororiental de Trabzon, en plena crisis internacional de las caricaturas de Mahoma, y en ese mismo año otros dos religiosos fueron atacados.
Un año después, tres hombres, un cristiano protestante alemán y dos empleados turcos, murieron degollados en Malatya, en el este de Anatolia, a manos de un supuesto grupo extremista. Las víctimas se encontraban en la sede de la editorial Zirve, que distribuye Biblias y literatura cristiana en Turquía. En Turquía viven unos 5.000 protestantes, un 60% de los cuales son musulmanes conversos.
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