El Partido Verde de Brasil apela a las nuevas generaciones
La candidata Silva promete luchar contra la corrupción y por el medio ambiente
La ecologista brasileña Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que dejó el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) para ingresar en el Partido Verde (PV), ha escogido a dos figuras emblemáticas para preparar su programa electoral y organizar su campaña con vistas a las elecciones presidenciales del próximo octubre: Eduardo Gianetti, escritor y economista, y Caio Tulio Costa, que fue el primer Defensor del Lector en Brasil, en el diario Folha de São Paulo, y es catedrático de Ética del Periodismo y especialista en las nuevas técnicas de comunicación.
La presencia de Gianetti, contrario a la fuerte carga tributaria que pesa sobre los brasileños, una de las más altas del mundo, demuestra que la campaña de la ecologista Silva no va a ser música de una sola nota, en contra de las ironías lanzadas por sus críticos, que aseguraban que se iba a limitar a defender los temas relativos al medio ambiente. Ahora ya resulta obvio que no va a ser así: su campaña abordará los puntos débiles o los que necesiten ser reestructurados de la política de Lula.
A su vez, la participación del periodista Costa, experto en Internet, indica que la campaña de Silva, cuyos gastos quiere que sean transparentes a través de la Red, pretende copiar la realizada por Barack Obama en Estados Unidos, centrándola en la visibilidad de Internet y en el apoyo de la generación joven, sensible a los dos temas de fondo de su propuesta política: la defensa del planeta y la transparencia política, como antídoto contra la corrupción.
Silva ha aceptado emprender la campaña electoral después de recibir el visto bueno de los médicos, ya que su salud siempre fue frágil, tras haber sufrido cinco veces de malaria y dos de hepatitis, además de leishmaniosis y contaminación por mercurio.
Los sondeos le dan el 12% de los votos. Pero su candidatura supone una novedad en las elecciones de octubre y va a poner el acento en la movilización de las mejores fuerzas de la sociedad civil, que, según ella, debe pedir cuentas cada día a la clase política. Una sociedad que no se moviliza y que pone su destino en manos de mesías o salvadores de la patria no puede sobrevivir políticamente, dijo ayer la candidata, de paupérrimos orígenes, que fue alfabetizada a los 15 años por unas monjas y que consiguió cursar estudios universitarios gracias a la ayuda de los sindicatos en los que militó de joven.
Silva dirige una crítica a los políticos brasileños, a quienes acusa, sobre todo, de carecer de la generosidad necesaria para construir las bases del futuro del país, ya que sólo piensan en lo inmediato, es decir, en la reelección. Y para ilustrar lo que en su opinión deberían hacer sus colegas cita el pasaje bíblico que relata cómo Abraham, ya anciano, plantó un árbol, consciente de que no posiblemente no podría recoger jamás sus frutos.
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