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Argentina arremete contra el Tratado de Lisboa por las Malvinas

La Cumbre Iberoamericana reclama la reapertura del diálogo sobre las islas

Argentina ha arremetido contra el Tratado de Lisboa, que entró en vigencia el pasado martes, porque reconoce a las islas Malvinas como territorio británico. Un día antes de que el pacto comenzara a regir, el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino envió notas diplomáticas a la Unión Europea y a los 27 Gobiernos de los países que la integran para expresar de manera formal su "rechazo" a que Reino Unido hubiese incluido como propias a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y parte de la Antártida reclamada por Argentina en el anexo II del tratado, que lleva el título de Asociación de los países y territorios de ultramar.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ratificó el martes su protesta en la conferencia de prensa de clausura de la Cumbre Iberoamericana que se celebró en Estoril. "Siempre Argentina hizo una protesta ante la Unión Europea por la incorporación de las islas Malvinas en su tratado", dijo Fernández, y recordó que el bloque las considera territorio británico desde 1972, un año antes del ingreso formal de Reino Unido en la entonces Comunidad Económica Europea.

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"La ocupación ilegal de las islas Malvinas no es solamente una aseveración argentina", sino que Naciones Unidas año tras año llama a los dos países, que libraron una guerra por las islas en 1982 —en la que murieron 1.000 personas—, a "sentarse a la mesa de negociaciones, lo que no se ha podido cumplir por la persistente negativa británica", afirmó Fernández.

La jefa de Estado, sin embargo, se mostró menos dura con España y Portugal, países a los que también les llegó la nota diplomática, porque en la declaración final de la Cumbre Iberoamericana se reiteró la habitual petición de diálogo bilateral para solucionar el conflicto por esas destempladas islas del sur del mundo que hasta ahora han vivido de la pesca, el ganado ovino y la ayuda de Londres.

"Reafirmamos la necesidad de que los Gobiernos de Argentina y Reino Unido retomen, con la brevedad posible, las negociaciones tendientes a encontrar una rápida solución para la disputa de soberanía sobre las islas", expresó el comunicado final de los líderes iberoamericanos. "La presencia de Portugal y España en la Unión Europea servirá para convencer a Gran Bretaña de buscar diálogo y la solución al conflicto", destacó Fernández. A su lado, el primer ministro portugués, José Sócrates, dijo que su país y España "siempre" han llamado a "dialogar a los países que se encuentren en conflicto".

A diferencia de la mención de las Falkland —como llaman los británicos a las Malvinas—, el Tratado de Lisboa no reconoce como británico a Gibraltar. "Los tratados se aplicarán a Gibraltar como territorio europeo cuyas relaciones exteriores asume un Estado miembro. Ello no supone modificación alguna de las respectivas posiciones de los Estados miembros de que se trata", expresa el acuerdo que entró en vigencia el martes.

Ni el Gobierno español, ni el británico, ni la Unión Europea han respondido de forma pública a la queja argentina. La prensa inglesa tampoco ha reaccionado, pero en sus ediciones digitales de ayer comentaba un artículo del periódico The Sun, que asegura que científicos calculan que en las costas de las Malvinas pueden llegar a hallarse reservas de petróleo de hasta 60.000 millones de barriles, un poco menos que los 80.000 millones del principal campo de Arabia Saudí, Ghawar.

El Financial Times relativizó la especulación. Lo concreto es que cuatro compañías británicas están invirtiendo 361 millones de euros en exploración de esas tierras submarinas, puntualizó el diario británico.

La presidenta argentina, Cristina  Fernández, y el primer ministro portugués, José Sócrates, durante una conferencia de prensa tras la Cumbre Cumbre Iberoamericana de Estoril.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, y el primer ministro portugués, José Sócrates, durante una conferencia de prensa tras la Cumbre Cumbre Iberoamericana de Estoril.AFP

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