Muere Rodolfo Almirón, ex jefe de operaciones de la Triple A

Rodolfo Almirón, ex jefe de operaciones de la paramilitar Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) en la década del 70 y posteriormente guardaespaldas de Manuel Fraga Iribarne, murió a los 73 años el pasado viernes en Buenos Aires, pero el deceso pasó inadvertido hasta ayer, cuando fuentes judiciales de este país suramericano informaron a la prensa.

Almirón estaba procesado por alrededor de una docena de los asesinatos que la Triple A cometió entre 1974 y 1976, como los de un diputado, un jefe policial y el hijo de un catedrático. En aquellos tiempos violentos, la Triple A persiguió y mató a 1.000 políticos, guerrilleros, artistas e intelectuales de izquierdas, o sospechosos de serlo, durante los Gobiernos de Juan Domingo Perón (1973-1974) y su viuda, María Estela Martínez, alias Isabel (1974-1976), antes de que se instaurara la última y sangrienta dictadura militar (1976-1983).

Almirón había sido comisario de la Policía Federal, después fue destituido y más tarde volvió a la fuerza de la mano del líder político de la Triple A, José López Rega, el oscuro ministro de Bienestar Social de los Gobiernos de Juan Domingo e Isabel Perón. En 1975, después de dos años como ministro y hombre fuerte del Gobierno argentino, López Rega fue desplazado, pero se marchó como embajador plenipotenciario a Madrid. Se llevó consigo a Almirón.

En 1983 se descubrió que Almirón era el guardaespaldas de Fraga, entonces líder de Alianza Popular (coalición precursora del Partido Popular español). Fue un escándalo. Los jueces de la naciente democracia de Argentina lo perseguían por sus crímenes, pero en 1989 cerraron las causas en su contra.

Almirón se jubiló como camarero de un restaurante de la Gran Vía madrileña. En el Gobierno del presidente Néstor Kirchner (2003-2007) se abolieron las leyes de amnistía que a finales de los ochenta habían favorecido a los responsables del terrorismo de Estado y en 2006 el jefe militar de la Triple A fue arrestado en Torrent (Valencia).

El año pasado, la Justicia española lo extraditó a Argentina, donde fue alojado en el penal de Marcos Paz (a 48 kilómetros de Buenos Aires). Isabel Perón, que vive en Madrid, también fue procesada por asesinatos de la Triple A en Argentina, pero su extradición fue rechazada por la Audiencia Nacional de España, que consideró que no estaba imputada por delitos de lesa humanidad, sino por "motivaciones extrajurídicas de carácter político".

Recientemente, Almirón había conseguido en Argentina el arresto domiciliario porque sufría una embolia cerebral. El pasado día 4, un juez federal lo declaró incapaz y suspendió los procesos en su contra. Al día siguiente murió en un hospital de Buenos Aires.