Fidel Castro asegura que Cuba está dispuesta al diálogo con EE UU
"No necesitamos la confrontación para existir", escribe el líder revolucionario
El líder cubano Fidel Castro se ha adelantado este lunes a los acontecimientos y ha asegurado que a su país no le inquieta un posible fin de las tensiones con Washington. "No tememos dialogar con Estados Unidos. No necesitamos tampoco la confrontación para existir, como piensan algunos tontos", ha afirmado en un artículo publicado en la prensa. "Existimos precisamente porque creemos en nuestras ideas y nunca hemos temido dialogar con el adversario", ha añadido el dirigente comunista.
Las declaraciones del ex mandatario tienen lugar cuando existe la posibilidad de que el Gobierno de Barack Obama dé pasos unilaterales para acercarse a La Habana. Funcionarios cubanos de nivel medio y dirigentes históricos como Armando Hart admiten que un acercamiento rápido de Washington y una liberalización de los viajes de los exiliados y los ciudadanos estadounidenses supondrá un "reto ideológico" para la revolución.
Castro cita al senador republicano por Indiana Richard G. Lugar, que ha recomendado a Obama nombrar un "enviado especial" para iniciar conversaciones directas con Cuba. "Los que son capaces de analizar serenamente los acontecimientos, como es el caso del senador de Indiana, usan un argumento irrebatible: las medidas de Estados Unidos contra Cuba, a lo largo de casi medio siglo, constituyen un fracaso total".
Según Castro, Lugar "no parte de posiciones filantrópicas. Trabaja (...) con la Cámara de Comercio de EE UU y otros grupos empresariales", y no "teme la tontería de que lo califiquen de blando o prosocialista''.
El líder cubano, que todavía sigue siendo primer secretario del Partido Comunista de Cuba, lanza una advertencia a Obama: si el presidente de EE UU cree necesario invertir sumas millonarias para salir de la crisis financiera, garantizar viviendas a las familias, dar empleo a los trabajadores y salud y educación a todos los ciudadanos, "¿cómo puede conciliarse eso con medidas de bloqueo para imponer su voluntad a un país como Cuba?", se pregunta.
Adelanta hasta un posible temario para las futuras conversaciones Washington-La Habana: colaboración en la lucha contra el narcotráfico; en materia de emigración ilegal, un "tema espinoso" en el que, asegura, ambos países regularmente cooperan, y por supuesto en la lucha contra el terrorismo.
Castro dio estas opiniones mientras siete congresistas demócratas estadounidenses visitan La Habana y examinan con las autoridades cómo levantar el embargo, algo que costará "tiempo" y "trabajo" lograr, según reconocieron.
Los legisladores, que estarán en la isla hasta el miércoles, han sostenido encuentros con diversos dirigentes cubanos, entre ellos el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
Barbara Lee, líder del grupo de congresistas -la mayoría pertenece al caucus negro-, dijo del encuentro con el canciller: "Discutimos la propuesta de levantar el embargo (...), qué se debía hacer para levantar el embargo, porque algunas de las responsabilidades pertenecen al Ejecutivo y otras al Legislativo".
Lee afirmó que debatieron con Rodríguez qué se podía "hacer a corto plazo para normalizar las relaciones", aunque señaló que el grupo no mantuvo conversaciones "detalladas" sobre el embargo, ya que, dijo, hay que "establecer primero una discusión abierta y luego empezar a tratar los temas más difíciles".
Al Congreso, dijo, le corresponde en parte proponer cambios en la ley, y ya "hay varios propósitos frente al Congreso en cuanto al levantamiento del embargo". Otras normativas pueden ser eliminadas por decreto presidencial, pero muchas pueden "llevar mucho más tiempo y mucha discusión", afirmó Lee.
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