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Guatemala admite que el cartel del Golfo ocupa todo un departamento

María Antonia Sánchez-Vallejo

El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, admitió ayer que el cartel mexicano del Golfo, al que acusó de la muerte de 17 personas el domingo en un tiroteo entre traficantes de droga, está presente en todo el departamento de Huehuetenango, fronterizo con México y donde viven 850.000 personas.

El gobernante guatemalteco, que llegó al poder el 14 de enero pasado, admitió que "llevará tiempo" recuperar los territorios que están en manos del cartel del Golfo, cuyos tentáculos han alcanzado al país centroamericano.

Colom declaró a periodistas que los integrantes de ese grupo son presuntamente los responsables de la matanza en una población de Huehuetenango, el cuarto departamento más extenso de Guatemala con 7.400 kilómetros cuadrados y el segundo más poblado tras el de Guatemala, que incluye la capital (2,5 millones).

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Según el último informe de la Policía Nacional Civil (PNC) dado a conocer ayer, las víctimas mortales se elevan a 17, otras dos resultaron heridas y dos más detenidas, entre ellas el mexicano Hugo Morales.

El gobernante dijo que el crimen organizado "tiene muchísimos recursos y equipo", por lo que las fuerzas de seguridad tienen que estar alerta para cerrar espacios y suministros.

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Narcotráfico en el norte

Colom declaró que los grupos mexicanos del narcotráfico "quieren acaparar todo el país". "Ésos quieren todo, pero donde están fuertes es en el norte de Alta Verapaz, en Ixcán [Quiché], en Sayaxché Petén] y parece que en Izabal Caribe]", agregó.

Colom añadió que su Gobierno creía que sólo en una parte de Huehuetenango, paso natural que utilizan traficantes de personas y droga, había presencia del narcotráfico, pero señaló que tras la matanza del pasado domingo parece que es en toda la región.

El gobernante afirmó que las fuerzas castrenses enviadas a esa región tras la matanza permanecerán en el lugar "hasta que se recupere" ese territorio.

Además, explicó que cuentan con información acerca de que la región de Ixcán es utilizada para el aterrizaje de avionetas con drogas, por lo que se debe reforzar la vigilancia del lugar, que por ahora no cuenta con ningún radar para detectar aeronaves.

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