"Israel ya no consigue objetivos políticos con el uso de la fuerza"
Es viceprimer ministro de Asuntos Económicos y ha venido a España para impulsar la cooperación bilateral, pero Addalá al Dardari es consciente del interés que desata el reconocimiento oficial de los contactos entre Siria e Israel y acepta de buen grado la batería de preguntas al respecto. Tal vez porque está convencido de que "no hay más alternativa para Oriente Próximo que una paz negociada y total".
Pregunta. ¿Cómo va el diálogo con Israel?
Respuesta. Son conversaciones indirectas a través de los mediadores turcos, con el objetivo de encontrar una base común sobre la que sustentar las negociaciones directas. No queremos que suceda como entre 1991 y 2000 que después de un montón de rondas de negociaciones no logramos un acuerdo. De momento, van por el buen camino. No vemos ningún problema serio, pero es prematuro creer que habrá pronto negociaciones directas.
P. Bachar el Asad y Ehud Olmert se sentarán mañana en París a la misma mesa. ¿Puede ser un inicio?
R. No. De ninguna manera. Es demasiado pronto. Para que el diálogo directo tenga posibilidades de éxito necesita un patrocinador honesto, que evidentemente es Estados Unidos, pero la actual Administración no lo es. Por ello, necesitamos esperar a que haya un nuevo inquilino en la Casa Blanca.
P. ¿Quiere decir que sin EEUU no hay negociaciones?
R. Incluso aunque lleguemos a un entendimiento (entre Siria e Israel), el resultado final del diálogo directo sólo puede garantizarse con la mediación y el patrocinio de EEUU, y el apoyo de la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas.
P. ¿Cree que si Barack Obama gana las elecciones será más fácil?
R. Primero habrá que ver cómo de serio es el respaldo de la nueva Administración hacia un proceso de paz total para Oriente Próximo, basado en el principio de tierra por paz y en lo que acordamos en Madrid en 1991.
P. ¿Es cierto que para alcanzar la paz Siria estaría dispuesta a discutir el trazado definitivo de la frontera?
R. No. La retirada de los Altos del Golán debe ser total, hasta los límites anteriores a junio de 1967. Esto no es negociable.
P. ¿Considera como un nuevo obstáculo la ley recién aprobada por el Parlamento israelí sobre que la retirada del Golán debe aprobarse en referéndum o por dos tercios del Parlamento?
R. Los Altos del Golán son nuestra tierra y la recuperaremos con o sin referéndum. La nueva ley es irrelevante.
P. Según usted, para el diálogo directo hay que esperar al nuevo Gobierno de EEUU. ¿Hay que esperar también a que Israel tenga otro Gobierno?
R. Uno de las prerrequisitos es el compromiso estable de Israel. Hace falta alguien que tome la decisión de devolver los altos del Golán y de firmar la paz. Mi Gobierno está dispuesto a asumir los riesgos del diálogo directo y de su resultado positivo. Estamos convencidos de que debemos proseguir. Es en interés de Siria. La única forma que Siria tiene de recuperar su tierra es a través de la negociación.
P. ¿Cree que la paz entre Siria e Israel traerá la paz de Israel y Líbano?
R. La paz en la región debe de ser total y envolver a los distintos actores, aunque no requiere la misma velocidad para todos. Cada uno debe de llevar su ritmo pero no permitiremos que el proceso con Siria sirva para que Israel ponga más presión en los palestinos. Ya hemos visto en el pasado que los procesos de paz que no se enmarcan en una estrategia regional, como los de Egipto y Jordania, no han traído la paz a la región.
P. ¿Estaría Siria dispuesta a aceptar una fuerza multinacional de paz que garantizara las fronteras?
R. Lo que impulsa el diálogo es la conclusión israelí de que con la fuerza ya no se consiguen objetivos políticos. Israel sigue siendo una potencia militar pero su poderío ha tocado techo porque no le permite conseguir objetivos políticos usando la fuerza, como ha dejado claro el recién alcanzado acuerdo para el intercambio de prisioneros con Líbano. De igual forma se ha hecho evidente que la ocupación no le da seguridad. Si los israelíes aceptan plenamente esto, las negociaciones de paz serán relativamente fáciles porque cada Estado de la región vivirá dentro de fronteras seguras y reconocidas. ¿Como se consigue esa seguridad? Para mí es un simple detalle. En Líbano es con UNIFIL, en Gaza, Cisjordania y el Golán tal vez sean otras fuerzas diferentes.
P. ¿Entonces están de acuerdo con que haya en Siria una fuerza internacional?
R. En principio no vemos porque no tener una presencia y legitimidad internacional que apoye la seguridad.
P. Israel bombardeó en septiembre de 2007 una supuesta instalación nuclear siria. ¿Afectó a las conversaciones?
R. Las conversaciones indirectas comenzaron en mayo de 2008 (oficialmente) y el bombardeo de esa instalación militar vacía fue anterior. La acusación de que allí se construía una central nuclear es ridícula y podía haber desatado un conflicto regional.
P. ¿La conversaciones con Israel se hacen en contra de Irán?
R. Las relaciones con Irán son excelentes política, económica y comercialmente. De 1991 a 2000 mantuvimos negociaciones directas con Israel y nuestras relaciones con Teherán fueron extraordinarias. Irán ha dejado muy claro que aplaude la paz de Siria con Israel. Además, vivimos en un mundo interdependiente. El "estás conmigo o estás contra mí" es una estupidez de Bush, que se ha demostrado un fracaso.
P. ¿El ataque de Israel a las instalaciones nucleares iraníes afectaría al diálogo?
R. Ni en la peor de mis pesadillas quiero imaginarme ese escenario. Ni la región, ni la economía, ni el mundo están preparados para otro desastre como la invasión de Irak. Pienso que la invasión de Irak fue el máximo de locura que el mundo puede tolerar. Un ataque a Irán es intolerable. ¿Quién necesita otra guerra en Oriente Próximo? ¿Puede imaginarse la fragilidad de los Estados del golfo Pérsico en esa situación?
P. ¿Está a favor de la Unión Mediterránea de Sarkozy?
R. Siria ha sido muy activa en ligar la propuesta del presidente francés con el proceso de Barcelona. Nosotros apoyamos firmemente la cooperación concreta entre las dos orillas del Mediterráneo y cualquier movimiento internacional que pretenda convertir el Mediterráneo en una cuenca de paz, pero hay que tener en cuenta que eso sólo será posible cuando se solucione el conflicto árabe-israelí.
P. ¿El diálogo sirio-israelí se integra o vulnera en la propuesta de paz de Arabia Saudí?
R. Respaldamos plenamente esa iniciativa que se basa en la retirada total de los territorios ocupados a cambio de paz y en el derecho de los refugiados a volver a su tierra. El objetivo es el mismo: paz para todos, aunque no necesariamente debe tener la misma velocidad, porque la cuestión palestina es mucho más complicada que la siria. Pero, repito, el proceso debe ser global y no individualizado como en el caso de Egipto y Jordania.
P. ¿Aceptará el veredicto del tribunal internacional que investiga el asesinato del ex primer ministro libanés Hariri?
R. Aunque hemos cooperado plenamente con ese tribunal, Siria no tiene nada que ver con él y ningún ciudadano sirio será sometido a su jurisprudencia. Si demuestran que hay un sirio involucrado en la muerte de Hariri será juzgado en Siria, de acuerdo a la ley siria y acusado de traidor. Estamos tranquilos porque no tenemos nada que ver con la muerte del ex primer ministro libanés.
P. ¿Qué le ha traído a Madrid?
R. Tratamos de establecer un nuevo marco en las relaciones entre Siria y España. La apertura y la liberalización económica de Siria abre grandes perspectivas a las inversiones y la cooperación en el terreno de la energía, infraestructuras, construcción, agricultura y otros sectores en que las empresas españolas son fuertes. Además nos interesa la experiencia española en cuanto a la reforma económica, política fiscal, regulaciones bancarias, microcréditos y otros. En fin, creo que hay grandes posibilidades para los dos países.
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