Aerolíneas Argentinas, sin cine

Dos pasajeras que acababan de subir a un avión de Aerolíneas Argentinas en la ciudad de México estaban ansiosas por saber con qué películas se iban a entretener en las diez horas de vuelo que tenían por delante antes de aterrizar en Buenos Aires. Se lo preguntaron al empleado de a bordo, que las desilusionó: "Desde el 1 de abril no se proyectan más películas".

Un portavoz de Aerolíneas, empresa controlada por el grupo Marsans, reconoció que el servicio de cine ha sido suspendido y sólo se reanudará en un "par de semanas", tal vez en mayo, porque "se está cambiando de proveedor" de los filmes.

Aerolíneas explicó que ha dado de baja al proveedor anterior porque cobraba más por la entrega de las películas en los diferentes formatos que requiere la diversidad de aviones de su flota que por los derechos de proyección. Ahora está negociando con otras tres compañías.

Por el contrario, el presidente de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Jorge Pérez Tamayo, ha señalado que "la empresa está en condiciones económicas y financieras malas: no paga nada".

El portavoz de Aerolíneas negó que su firma esté cerca de la suspensión de pagos y relativizó el coste de las películas: "Cuestan 23.000 dólares por mes, cuando por día estamos gastando 800.000 en combustible".

Pérez Tamayo también denunció que la empresa norteamericana de leasing Awak amenazó ayer a Aerolíneas con retirarle 17 Boeing si no pagaba el alquiler. Aerolíneas contestó que tiene una política de pago de proveedores: "A veces hay demoras y otras, pagos con antelación, pero no vamos a quedarnos sin esos aviones, porque son de largo recorrido, que son los que nos dan dinero".

Aerolíneas y sus competidoras en Argentina admiten dificultades económicas por las subidas de los precios de los combustibles y los salarios, en un contexto de inflación alta. Por eso, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner les permitió el pasado martes un aumento del 18% de los billetes de vuelos nacionales, el primero desde agosto de 2006, frente al 40% que anhelaban las líneas aéreas. Al día siguiente, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, les prometió además mayores subsidios al combustible y una rebaja del IVA para el leasing de aviones y la importación de repuestos, pero las compañías quieren ver para creer.

En ese contexto, el periódico La Nación publicó ayer que Jaime, de estrecha relación con el ex presidente Néstor Kirchner, insiste con que empresarios argentinos ingresen en el capital de Aerolíneas, como parte de un plan de argentinización de compañías que comenzó cuando la familia Eskenazi le compró a Repsol YPF el 14,9% de YPF. El Estado argentino ya cuenta con el 5% de la línea aérea de bandera y dispone de la opción para subir su participación hasta el 20%.

Aerolíneas reitera que sus dueños, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, quieren permanecer en ella y desmiente cualquier negociación con firmas argentinas.