Blackwater renueva su contrato en Irak con el Departamento de Estado
La empresa privada de seguridad seguirá protegiendo a diplomáticos estadounidenses pese a estar investigada por un tiroteo que mató a 17 iraquíes
La compañía de seguridad privada Blackwater ha renovado su contrato por un año para continuar proporcionando protección a los diplomáticos destinados en Irak, pese a las investigaciones iniciadas por el FBI tras la muerte de 17 civiles por un tiroteo provocado por sus empleados en Bagdad el pasado 16 de septiembre.
"He pedido y recibido la aprobación para seis misiones, en las que Blackwater debe proporcionar protección personal en Bagdad, (...) durante un año", ha asegurado Gregory Starr, jefe de seguridad del Departamento de Estado, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.
Después del incidente de septiembre pasado el Departamento de Estado cambió las reglas con las que operaban los empleados de seguridad y, como medidas preventivas, se instalaron cámaras en los convoy.
Según informaba en New York Times el pasado 13 de noviembre, las primeras investigaciones conducidas por el FBI tras el tiroteo señalaban que al menos 14 de las 17 muertes no tenían ninguna justificación, ya que esas personas no suponían una potencial amenaza para el convoy que protegían los empleados de Blackwater.
El contrato que tenía en vigor la compañía con el Gobierno estadounidense expiraba el próximo mes de mayo. Blackwater se encarga, entre otras tareas, de proporcionar seguridad a los diplomáticos estadounidenses en sus traslados fuera de la Zona Verde de Bagdad. La compañía fue la encargada, por ejemplo, de la protección del administrador de Irak, Paul Bremen III, quien poco antes de su marcha, firmó la llamada orden 17, una suerte de inmunidad que impedía al Gobierno iraquí perseguir bajo su jurisdicción a empleados extranjeros contratados por la Coalición.
Se calcula que en Irak hay entre 20.000 y 30.000 empleados de seguridad, bajo contratos millonarios para proveer seguridad a empleados e instalaciones.
Sólo el actual contrato que tiene Blackwater con el Departamento de Estado asciende a más de 300 millones de dólares. Erik Prince, jefe ejecutivo de Blackwater reconoció en una comparecencia ante un comité del Congreso que su compañía tenía desplegados entorno a 1.000 empleados en Irak, además de una flota propia de vehículos blindados y helicópteros.
En dicha comparecencia, Price defendió a sus empleados."Esencialmente creo que han hecho un buen trabajo. El incidente del 16 de septiembre fue una tragedia. Tiene que ser investigado con cuidado", aseguró Price, añadiendo que "actuaron correctamente a pesar de estar operando en una compleja zona de guerra".
"Nos llaman mercernarios. Pero somos americanos que trabajamos para América protegiendo a americanos", concluyó.
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