Demoledor informe sobre torturas en cárceles de Brasil
La ONU denuncia la situación en los presidios y la inoperancia de las autoridades ante el problema
La tortura es una práctica "sistemática" en las cárceles de Brasil, según un informe de la ONU que aún no ha sido hecho público. Así lo revelaba ayer el diario O Estado de São Paulo, que tuvo acceso al documento. En él, además, se acusa a las autoridades de no dar una respuesta eficaz al problema.
El texto fue redactado después de una visita casi en secreto de una delegación de expertos a las cárceles de São Paulo, Río de Janeiro, Bahia y Belem, entre otras ciudades del país. Según estos peritos, los presos viven en situaciones "inhumanas". Y lo que preocupa a la ONU es que las autoridades lo saben y no toman medidas para impedirlo. Incluso insinúan que algunas autoridades actúan en connivencia con los torturadores. El documento, sin embargo, puntualiza que las torturas practicadas "sistemáticamente" en las prisiones brasileñas no son fruto de una "política", como es habitual en las dictaduras militares.
El Ministerio de Justicia no quiso pronunciarse ayer, mientras que la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República reconoce la situación dramática de las cárceles, pero advierte en una nota oficial de que la responsabilidad constitucional es de los Estados y no del Gobierno.
Por lo que respecta a la Presidencia de la República, la secretaría alega que adopta todas las determinaciones de Naciones Unidas y que ha castigado a los agentes que practican la tortura y destituido siempre que ha sido necesario a los funcionarios responsables de las cárceles donde se tortura.
El texto, redactado en 2005, no ha sido aún publicado porque, según Naciones Unidas, Brasil pidió un plazo para poder preparar una respuesta al documento, que, al parecer, ya está casi lista. La ONU, sin embargo, ya ha advertido de que la respuesta del Gobierno no va a cambiar el contenido del informe.
El documento cuenta, entre otros casos, cómo a los peritos de la ONU se les impidió entrar en una cárcel de Bahia o cómo en Río un juez expulsó al grupo de su sala tras una serie de preguntas sobre lo que la justicia estaba haciendo para evitar la tortura en las cárceles.
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