Trinidad "se hace a un lado"

El jefe guerrillero colombiano Ricardo Ovidio Palmera, alias Simón Trinidad, dice estar dispuesto a excluirse de un posible canje humanitario y pide a su organización, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que den una prueba de vida de los tres estadounidenses que mantienen en su poder desde 2003. Así lo explicó ayer a los periodistas la senadora colombiana de la oposición Piedad Córdoba, tras reunirse con ese jefe guerrillero alrededor de una hora en un tribunal federal de Washington, donde Simón Trinidad está preso. Según Córdoba, tales afirmaciones se contienen en una carta que le entregó Trinidad y que está dirigida a los jefes de las FARC.

A la salida del tribunal, la senadora opositora dijo a los periodistas que Trinidad pidió "que por él no se preocupen, que debe avanzar el canje humanitario, y que si es necesario se hace a un lado".

Con la mediación de Córdoba y del Gobierno venezolano se intenta negociar un canje de 45 rehenes en poder de las FARC por unos 500 guerrilleros presos en Colombia, además de Trinidad y Anayibe Rojas, alias Sonia, que fueron extraditados a Estados Unidos acusados de narcotráfico. Entre los rehenes canjeables se encuentran políticos —entre ellos, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt —, policías y tres contratistas estadounidenses.