"Si no estás allí, no hace falta votar"

La distancia, el desencanto y la falta de información hicieron mella en los ecuatorianos que residen en España, que apenas acudieron a votar en las elecciones a la Asamblea Constituyente celebradas el pasado domingo. "Das un voto y no sabes a quién lo das. Si no estás allí, no hace falta votar", comenta un ecuatoriano que regresa de trabajar en un barrio popular de Madrid. Según las primeras estimaciones, sólo el 35 por ciento de los más de 90.000 ecuatorianos empadronados acudieron a las urnas instaladas en Madrid, Murcia, Barcelona y Valencia.

Sin embargo, no hace todavía un año que el 67 por ciento de los ecuatorianos con derecho a voto que residen en España acudieron a las urnas para participar en las elecciones presidenciales, en noviembre de 2006. España acoge al 63 por ciento de todo el censo electoral del exterior, esto es, casi dos tercios de los emigrantes que pueden votar. Pero muchos de ellos no han repetido en esta ocasión para esquivar los problemas burocráticos. Una joven ecuatoriana, por ejemplo, ha desistido después de que en los últimos comicios le impusieran una multa de 20 dólares porque la papeleta que trajo de Ecuador, donde el voto es un deber, no era valida en España.

Pero la mayoría aduce falta de información: "no hemos conocido a los partidos políticos. Ese es el motivo fundamental por el que no hemos sufragado la inmensa mayoría de los ecuatorianos. No hemos votado ni la tercera parte de los estamos aquí", resalta una señora. Un chico joven señala que los familiares son, en muchos casos, la única vía para conocer la realidad de su país: "como estamos desde hace mucho tiempo aquí, no tenemos idea de nada".

Aunque no hayan acudido a las urnas, muchos de los ecuatorianos rque están en España manifiestan su apoyo al actual presidente, Rafael Correa: "Estoy del lado del presidente, ha tomado algunas medidas que eran necesarias hace mucho tiempo", explica, acompañado de su hija pequeña, un ecuatoriano que no pudo votar porque no parecía en la lista de empadronados, pese a tener también nacionalidad española. Otra compatriota se muestra más escéptica: "si lo hace bien, pues mucho mejor", comenta, "ojala cambie (el país) para poder ir allá".

En cuanto a la relación del actual presidente con su homólogo venezolano, Hugo Chávez, no parece que los ecuatorianos teman demasiado la influencia del socialismo del siglo XXI: "creo que Correa no tiene las mismas ideas. Que tengan amistad es una cosa, pero Correa tiene sus ideas claras"

Según el recuento rápido, la candidatura Alianza País que promueve el Gobierno habría obtenido el 62 por ciento de los votos, lo que le otorgaría una amplía mayoría de los 130 escaños de la Asamblea Constituyente. La propuesta oficialista para la futura Constitución se centra en descentralizar el estado y reforzar, aún más, los poderes del presidente.

A miles de kilómetros, en los emigrantes sale a relucir, al final, una cierta resignación: "Confiamos en Dios y, luego, a ver si este presidente puede sacar adelante nuestro país, para estar bien aquí y allá".

Los ecuatorianos en España no se fían