Miles de personas protestan en Luisiana contra la discriminación racial en la justicia

Miles de manifestantes se congregan este jueves en la localidad estadounidense de Jena, en Luisiana, para protestar contra el juicio de seis estudiantes negros, acusados de intento de asesinato tras propinar una paliza a un compañero blanco en diciembre de 2006, después de una serie de incidentes raciales en el Instituto de Secundaria de la ciudad. La concentración, inspirada en las protestas a favor de los derechos civiles de los años sesenta, pretende denunciar el trato discriminatorio de la justicia con los jóvenes, según los organizadores, ya que consideran excesivos los cargos contra los adolescentes.

Los incidentes comenzaron en septiembre del año pasado, cuando tres alumnos blancos colocaron tres nudos de horca colgando de lo que se conocía como "el árbol blanco" en la Escuela Secundaria de Jena. El director de la escuela, Roy Breithaupt, que es blanco, los suspendió por tres días y comentó que las horcas eran una broma.

En noviembre varios jóvenes blancos que asistían a una fiesta atacaron a un estudiante negro, pero ninguno de los asaltantes fue procesado. Al día siguiente en otro enfrentamiento entre jóvenes negros y blancos, un blanco sacó una escopeta; el estudiante armado no fue acusado, pero los otros fueron detenidos bajo cargo de robo. Finalmente, en diciembre, Justin Baker, un alumno blanco, fue golpeado por seis compañeros negros.

Los seis estudiantes fueron inicialmente acusados de intento de homicidio en segundo grado y paliza grave, aunque a cinco de ellos se les rebajó posteriormente la acusación a un delito de asalto. La víctima quedó inconsciente y con severas magulladuras tras la paliza, aunque pudo acudir a un acto en el centro esa misma tarde.

El primero de los jóvenes juzgados, Mychal Bell, fue encontrado culpable por un jurado compuesto íntegramente por blancos. Sin embargo, en la apelación, otro tribunal señaló la semana pasada que en el momento de los hechos Bell tenía 16 años, por lo que no debía ser juzgado como un adulto. Este jueves estaba previsto que se conociera su sentencia, por lo que, a pesar del éxito de la apelación, los organizadores han mantenido su concentración, dado que los llamados "seis de Jena" sigen procesados.

"No se pueden tener dos criterios de justicia. Nosotros no lo convertimos en un asunto racial, quienes colgaron las horcas metieron la raza en él", ha declarado uno de los principales organizadores de la protesta, el reverendo Al Sharpton a la BBC.

El fiscal del distrito, Reed Walters, discrepa: "No es ni ha sido nunca un asunto de racismo. Se trata de hacer justicia a una víctima inocente y de hacer responsable a las personas de sus actos".

Los organizadores señalan que unos 500 autobuses han partido desde diversas ciudades del país para trasladar a los asistentes a Jena, una localidad de 3.000 habitantes situada a unos 370 kilómetros al noroeste de Nueva Orleáns, por lo que esperan reunir a decenas de miles de personas.