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Reportaje:

El clamor de los héroes olvidados

Cientos de mutilados de la guerra de El Salvador reclaman en las calles los beneficios asistenciales que el Gobierno les niega

Centenares de mutilados de guerra que lucharon con la guerrilla durante al conflicto civil de El Salvador (1980-1992) marcharon ayer junto a sus familiares por las calles de San Salvador hasta llegar a la sede del Gobierno. Lo hicieron para exigir lo que califican de "derechos otorgados en los acuerdos de paz", que se firmaron en enero de 1992 como condición para finalizar un enfrentamiento que costó la vida a 75.000 personas.

Algunos mostraban ayer barbas ya grises, apoyados en muletas y bastones; otros, en sillas de ruedas. Los ciegos marcharon en fila india, tomándose por los hombros. También había mujeres y ancianos mutilados... "¡Los lisiados somos baluartes de la paz!", gritaban como consigna.

"Hemos venido al Centro de Gobierno, específicamente al Parlamento, a recordarles a los diputados que esta masa de gente tiene necesidades inmensas. La mayoría somos pobres, campesinos, tenemos problemas de salud y no podemos conseguir empleo", aseguró Olga Serrano, una ex guerrillera que preside la Asociación de Lisiados de Guerra de El Salvador (ALGES).

"También les recordamos que los Acuerdos de Paz de 1992 contemplaron que la población lisiada, así como madres, padres e hijos de combatientes caídos en la guerra, serían atendidos mediante un sistema especial de seguridad social amplio, el cual no existe en El Salvador, por lo que somos parte de la población excluida", agregó Serrano.

Las reformas legales que solicitan los lisiados de guerra de la ex guerrilla y del Ejército incluyen eliminar las barreras que impiden el acceso a más beneficiarios al Fondo de Atención a Lisiados y Víctimas del Conflicto Armado (creado después de finalizada la guerra civil para atender a unas 20.000 víctimas, aunque el número total de ellas asciende a más del doble); la suspensión de las prácticas oficiales de rebajar o suprimir las pensiones de los mutilados; el incremento de las pensiones (equivalentes actualmente a 30 dólares mensuales); el ajuste de las cuotas al menos cada dos años, y la no discriminación en el sistema sanitario.

"Estas reformas por las que hemos venido luchando los ex guerrilleros y los ex soldados no han querido ser aprobadas por los diputados del bloque de derecha: la oficialista Alianza Republicana Nacionalista [Arena], el Partido Conciliación Nacional [PCN] y los Demócrata Cristianos [PDC]", aseveró Jaime Amaya, que tiene la pierna derecha destrozada y camina apoyado en un rústico bastón.

Tanto Serrano como Amaya aseguran que en otros países los veteranos de guerra y los mutilados son atendidos como héroes, pero "en El Salvador nos discriminan, nos amenazan y nos intimidan. Venimos a recordarles a los señores diputados que estaremos en pie de lucha hasta que escuchen nuestro clamor".

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