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Evo Morales amplía la superficie de cultivo legal de coca en Bolivia

Una comisión mixta buscará una fórmula de consenso para la crisis de la Constituyente

El presidente boliviano, Evo Morales, ha decidido ampliar la superficie de cultivos de coca legales permitidos en el país hasta las 20.000 hectáreas, frente a las 12.000 que establece la normativa vigente. Así lo anunció el mandatario el lunes en el departamento central de Cochabamba, adonde acudió para presentar su plan de lucha contra el narcotráfico y sus estrategias de revalorización de la hoja de coca. La embajada estadounidense no se ha manifestado aún sobre la decisión del presidente boliviano.

Morales explicó que, en diciembre de 2005, Bolivia tenía 25.400 hectáreas de este cultivo, 13.400 más de las que estipula la ley actual. “Es imposible comprometernos a tener menos de 20.000 hectáreas hasta 2010 (...). Lamento mucho un problema importado, por el cual tenemos que pagar”, admitió el presidente.

Reiteró, además, su intención de legalizar el cato de coca como parte de la estrategia de control sobre los cultivos y de lucha contra el narcotráfico. Cada cato tiene una superficie de 1.600 metros cuadrados y su cultivo fue autorizado en 2004 por el ex presidente Carlos Mesa en negociaciones con los cocaleros. El presidente recalcó que en el país “no habrá coca cero, pero sí cocaína cero”. No obstante, la decisión de Morales se contrapone a la argumentación de EE UU defendida por su embajador en Bolivia, Philip Goldberg, quien insiste en que no se podrá controlar el narcotráfico sin reducir las plantaciones de la hoja de la que se extrae la materia prima para fabricar cocaína.

Por su parte, el Gobierno boliviano sostiene que ha erradicado 4.768 hectáreas de cultivos ilegales de coca en lo que va de 2006 y asegura que se alcanzarán las 5.000 prometidas a finales de año. Asimismo, Morales destacó que, de las 20.000 hectáreas legales que tendrá el país, las 8.000 que exceden lo dispuesto por la legislación actual se industrializarán.

Para justificar esta ampliación en la superficie legal de la hoja de coca, Morales señaló que como Gobierno no puede comprometerse “a algo que no vamos a cumplir con el pueblo o con la comunidad internacional”. En los últimos meses, Evo Morales aceptó abrir las fronteras de los cultivos de hoja de coca y que cada afiliado, y ya no cada familia, cultive un cato para su uso personal.

Se refirió también a la erradicación forzosa, que por años él mismo la rechazó con bloqueos y huelgas que costaron muchas vidas, y dijo que jamás se pudo lograr coca cero.

Explicó que “son normas equivocadas, a veces impuestas desde arriba, desde fuera, que no concuerdan con la vivencia y la realidad de los bolivianos, por lo que deben ser corregidas”.

En Bolivia la coca se usa para fines culturales, medicinales y rituales y, por ello, la industrialización contempla usar la planta para elaborar, entre otras cosas, infusiones, harinas, jarabes, pomadas y abono.

También es el tercer productor mundial de hoja de coca después de Colombia y Perú, y los excedentes de unas 12.000 toneladas que se destinan al consumo legal son utilizadas, según versiones de la embajada estadounidense, a la producción de cocaína. El mandatario boliviano señaló que en 2007 nombrará a un delegado presidencial para coordinar las nuevas políticas gubernamentales relativas a este cultivo.

Por otra parte, el oficialismo y la oposición de la Asamblea Constituyente de Bolivia han encargado a una comisión mixta la propuesta de un sistema de votación de consenso para resolver la crisis en que se encuentra el foro desde el mes pasado.

El grupo, integrado por 10 personas, estará formado a partes iguales por el gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) y el bloque de partidos opositores, explicó ayer a la agencia Efe Roberto Aguilar, vicepresidente de la Constituyente, desde la ciudad de Sucre, sede del organismo.

Mientras los socialistas defienden la mayoría absoluta para aprobar el texto de la nueva Carta Magna, la oposición insiste en que la ley de convocatoria exige que el nuevo contenido requiera el voto favorable de dos tercios (170) de los 255 asambleístas.

Morales muestra una hoja de coca a la Asamblea de la ONU, en septiembre.
Morales muestra una hoja de coca a la Asamblea de la ONU, en septiembre.EFE

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