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Bush descarta modificar su estrategia en Irak tras reunirse con la cúpula militar

La muerte de tres soldados estadounidenses eleva a 78 los fallecidos este mes, uno de los más trágicos desde que comenzó la guerra

Bush habla con Dick Cheney (en la pantalla) durante la entrevista, celebrada en la Roosevelt Room de la Casa Blanca.
Bush habla con Dick Cheney (en la pantalla) durante la entrevista, celebrada en la Roosevelt Room de la Casa Blanca.EFE

En una inusual entrevista, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha revisado hoy su estrategia en Irak con los máximos responsables militares de la zona, aunque ha descartado que vayan a producirse cambios drásticos para hacer frente a la imparable escalada violenta en el país árabe. "Nuestro objetivo en Irak es claro e inalterable", ha asegurado Bush en su discurso radiofónico de los sábados, a lo que ha añadido que no es otro que "la victoria". Hoy mismo, tres marines han muerto en combate en la provincia de Anbar, al oeste de Irak.

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El inquilino de la Casa Blanca ha aclarado que, aunque ese objetivo no cambia, sí lo hacen "las tácticas". "Nuestros comandantes sobre el terreno están ajustando constantemente su estrategia para adelantarse al enemigo, sobre todo en Bagdad", ha explicado Bush, quien se ha reunido en la Casa Blanca con John Abizaid, jefe del Mando Central de EE UU y máximo responsable militar para Oriente Próximo. En la cita, de 90 minutos, también han estado el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el jefe del Estado Mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, Peter Pace; el consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley, y otros altos funcionarios, según ha explicado Nicole Guillemard, una portavoz de la Casa Blanca.

Además, han participado mediante videoconferencia, el vicepresidente Dick Cheney; el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, George Casey, y el embajador de EE UU en ese país, Zalmay Khalilzad. "Este encuentro fue el tercero de una serie de consultas entre el presidente y sus comandantes sobre el terreno en Irak", ha indicado Guillemard, quien ha señalado que el presidente espera reunirse otra vez con el mismo grupo en las próximas semanas. La Casa Blanca ha intentado restar importancia a la reunión, al asegurar que se trata de algo rutinario, pero analistas y medios de comunicación destacan que la presencia de los generales en la Casa Blanca es inusual.

Una reunión "de urgencia"

En ese sentido, la cadena de televisión CNN informa, citando a dos fuentes anónimas, que Abizaid viajó a Washington de forma exclusiva para asistir al encuentro, aunque la versión de la Casa Blanca es que el general lo hizo para pasar "unos días de descanso". El jefe del Mando Central de EE UU mantuvo también el viernes una reunión de media hora con Bush en la Casa Blanca. Para Henri Barkey, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Lehigh en Pensilvania, la reunión no hace sino confirmar "el sentido de urgencia" que se percibe a raíz de la creciente violencia sectaria. Con los tres marines fallecidos hoy, al menos 78 soldados han muerto en Irak en octubre, que va camino de convertirse en uno de los meses más sangrientos desde el inicio de la invasión estadounidense en marzo del 2003.

Además, más de 100 iraquíes mueren a diario en el país árabe, según Naciones Unidas. Barkey indica que existe la percepción cada vez más generalizada de que Irak es "un fracaso", y destaca que la idea de que EE UU "avanza" en Irak -un eslogan habitual en los discursos de Bush- "carece de sentido". El que el general William Caldwell, portavoz de las fuerzas estadounidenses en Irak, reconociese esta semana que la operación para recuperar el control de Bagdad no ha funcionado, ha ayudado a reforzar la impresión de que la situación está fuera de control. Aun así, Bush ha insistido hoy en que EE UU "no retirará sus tropas del campo de batalla hasta que se complete la misión".

El inquilino de la Casa Blanca respondía así a la oposición demócrata, que el viernes le pidió en una carta la retirada de parte de las tropas y que obligue a los iraquíes a asumir mayores responsabilidades en la defensa del país. "Algunos en Washington dicen que la retirada de Irak haría que estuviésemos más seguros", ha dicho hoy Bush, quien ha manifestado su desacuerdo, ya que, según él, esa decisión convertiría a Irak en un "paraíso para los terroristas" que buscan atacar a EE UU. La legisladora Diane Farrell ha dicho, en la respuesta radiofónica demócrata al discurso de Bush, que éste debería despedir a Rumsfeld y que el Congreso debería establecer parámetros que permitan la salida de las tropas de Irak.

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