Lula se enfrenta a Alckmin en un debate televisivo con el 50% de los votos a su favor
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que deberá disputar en segunda vuelta las elecciones presidenciales el próximo día 29, se la juega en la noche de hoy domingo en el debate que participará en la televisión Bandeirantes con su adversario político, el socialdemócrata Geraldo Alckmin. Lula, que en la primera vuelta se había negado a aceptar debates, según declaró ayer, está seguro esta vez de que el resultado del debate le será favorable y que cambiará el rumbo de las elecciones.
Lula da Silva llega al duelo televisivo con el 50% de las intenciones de voto a su favor en la segunda vuelta, según la encuesta más reciente realizada por Datafolha. Su oponente, Geraldo Alckmin, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), alcanzaría el 43% del apoyo del electorado. Una diferencia de siete puntos difícil de superar, aunque la sorpresa de la primera vuelta obliga a la prudencia.
Alckmin tiene a su favor el nuevo escándalo que ha salpicado de lleno al Partido de los Trabajadores (PT), tras la renuncia el viernes del presidente Ricardo Berzoini, involucrado en el intento de compra de un dossier falso para desprestigiar a políticos de la oposición en plena campaña electoral. Además, otros cinco miembros del partido fueron expulsados acusados de corrupción.
Personalidades antagónicas
Los analistas políticos tienen dudas del resultado del debate de esta noche, ya que ambos personajes políticos, el ex sindicalista Lula y el médico Alckmin no pueden ser más diferentes: pasional y de mucha retórica el primero, frío y de pocas palabras el segundo. Lula va a intentar convencer a la población de que él supone la continuidad y que mejor lo conocido que lo malo por conocer. Alckmin, gobernador de São Paulo, incidirá en que Lula ya tuvo su oportunidad durante los cuatro años de gobierno y utilizará los numerosos casos de corrupción que ha sufrido el PT para demostrar que Lula ha tracionado la esperanza de los electores y que Brasil es el país de América Latina que menos ha crecido estos años.
Por su parte, Lula ha pedido a los militantes del PT y a los movimientos sociales que salgan estos días a la calle para defender su candidatura al mismo tiempo que ha movilizado a 17 ministros para que le ayuden a ganar las elecciones. La campaña que comienza oficialmente el día 12 promete ser muy agresiva por ambas partes ya que los candidatos no van a tratar tanto de defender programas políticos sino de convencer a los electores de quien de los dos ofrece mayores garantías para la democracia y para el crecimiento económico del país.
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