Las tropas libanesas se despliegan para hacerse con el control del sur de Líbano

Por primera vez en décadas, los soldados libaneses han comenzado a desplegarse para hacerse con el control del sur de Líbano. Un contingente de unos 2.500 soldados han cruzado el río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel, para tomar de manos del ejército israelí la responsabilidad de la zona. Su objetivo es evitar la presencia de milicianos de Hezbolá cerca de territorio israelí, aunque su capacidad para mantener a raya a la guerrilla es limitada. Francia enviará de forma urgente 200 militares al sur del Líbano para reforzar la Fuerza Interina de la ONU en ese país (FINUL).

Francia enviará 200 militares para reforzar la FINUL, según ha informado el presidente Jaques Chirac. Con este envío, Francia doblará su presencia actual en esta fuerza internacional, ha precisado la jefatura del Estado en un comunicado. Ha añadido que Francia está dispuesta a mantener como fuerza de apoyo a la FINUL a los 1.700 soldados, en su mayoría de la Armada, de la operación Baliste, puesta en marcha al inicio del conflicto para repatriar a los franceses que vivían en la zona. Israel, por su parte, ya ha comenzado a transferir a los soldados de la ONU el control de algunas de las zonas conquistadas en las últimas semanas. Luego éstos se lo cederán a los libaneses.

Docenas de camiones y vehículos blindados con efectivos armados han cruzado el río por el puente Khardali. La operación, aprobada ayer por el Gobierno libanés en una reunión de urgencia, establece el despliegue, al sur del río Litani, de 15.000 soldados, de los que una avanzadilla de unos 2.500 se han adelantado hoy y completarán su despliegue en los próximos "tres a cuatro días". Se trata de la primera vez en cuatro décadas que el Gobierno libanés obtiene el control militar del sur de su país. A finales de los 60 lo perdió a manos de grupos palestinos, expulsados a su vez por Israel en 1982, que dominó la zona hasta su retirada en 2000, momento en el que Hezbolá tomó las riendas.

El plan de Beirut es que sus hombres impongan su autoridad sobre la zona, controlada ahora por Israel tras el enfrentamiento armado con Hezbolá. No obstante, no van a proceder ni mucho menos al desarme de la guerrilla chií, que contempla la resolución 1701 de la ONU que puso fin a la guerra hace cuatro días. De momento, colaborarán con los escasos 2.000 soldados de la misión de la ONU (FINUL) mientras se amplía, tanto el contingente militar libanés, hasta 15.000, como el de Naciones Unidas, otro tanto. De hecho, el jefe del estado mayor israelí, el general Dan Halutz, ya ha asegurado que sus soldados permanecerán allí hasta que esté completado el despliegue de soldados de la ONU, "aunque eso lleve meses". Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha anunciado el envío a la zona de dos funcionarios para que verifiquen el cumplimiento del acuerdo de alto el fuego.

Por el momento, el ejército israelí afirma que ha traspasado ya a los soldados de la FINUL el control de la mitad del territorio que ocupó durante la guerra de las últimas semanas. Se trata de u proceso por etapas: el ejército israelí traspasa el control de la zona a los soldados de la FINUL y éstos a su vez lo traspasan a los uniformados libaneses. Según fuentes del ejército israelí, el traspaso de poder de todas las áreas del sur de Líbano conquistadas durante la guerra durará varios días, dependiendo "de la capacidad de la FINUL y del ejército libanés para tomar el control de todo el sur de Líbano".

Pocas horas después de que comenzase el despliegue de los soldados, dos aviones de pasajeros, uno jordano y otro libanés, han aterrizado en el aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut, destruido parcialmente por la aviación israelí durante la ofensiva militar de Israel contra Líbano y que se ha reabierto hoy. También ha llegado al puerto de Beirut un barco cargado de ayuda humanitaria fletado por Francia.

Negociaciones

Las negociaciones para el refuerzo de la FINUL se intensifican. Varios ministros de Exteriores estuvieron ayer en Beirut, entre ellos Philippe Douste-Blazy, jefe de la diplomacia francesa. París, antigua potencia colonial en Líbano, se ha situado al frente de las negociaciones políticas para salir de la crisis. En declaraciones a la televisión pública, la ministra de Defensa francesa, Michèlle Alliot-Marie, afirmó ayer que Francia "estaría dispuesta a mantener el mando de una FINUL ampliada hasta el próximo mes de febrero", cuando finaliza el mandato del general francés Alain Pellegrini al frente de esta fuerza.

Se espera que Francia aporte entre 4.000 y 5.000 hombres en total a la fuerza multinacional, mientras que Italia estudia el envío de unos 3.000, según anunció su ministro de Exteriores Massimo D`Alema. En todo caso, la ONU espera haber aumentado en al menos 3.000 hombres su contingente en Líbano de aquí a dos semanas.