Annan exige a la ONU una "firme" condena a la matanza de 57 libaneses en un ataque israelí
Los fallecidos se habían refugiado en el inmueble precisamente para huir de las bombas.- El primer ministro libanés exige un alto el fuego sin condiciones y Rice cancela su visita al país
Fuentes diplomáticas estadounidenses aseguran que Israel ha aceptado suspender durante 48 horas las operaciones aéreas en el sur de Líbano para que se investigue la matanza de 57 personas, en su mayoría niños, en la ciudad de Qana, en un edificio en el que los civiles se refugiaban de los ataques.
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, ha convocado una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad tras el bombardeo.
La reunión viene motivada por la petición del primer ministro libanés, Fuad Sinionar, de buscar un alto el fuego inmediato en el país. Después de tres semanas de que comenzaran los enfrentamientos entre Israel y la milicia Hezbolá, el Consejo de Seguridad tiene todavía que tomar una postura acerca del conflicto, ya que Estados Unidos ha vetado en todas las ocasiones la petición del cese de hostilidades. Por su parte, la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, ha suspendido su visita de hoy a Beirut.
El portavoz de la Cruz Roja libanesa, Georges Katani, ha señalado que "hasta el momento nuestros voluntarios han recuperado veinte cadáveres de entre los escombros". Según el ministro del Interior libanés, Ahmed Fatfat, los fallecidos eran personas que buscaban refugio en el sótano del edificio que ha quedado destruido. Un testigo entrevistado por la televisión libanesa LBC ha asegurado que "hay más de 25 niños muertos". Las televisiones muestran terribles imágenes de cadáveres de menores recuperados de entre los escombros por miembros de la Cruz Roja. "Filmad esto para los europeos y los americanos. ¿Es esto la civilización que nos traen?", gritaba ante la cadena libanesa LBC un hombre con una niña muerta en sus brazos. "Esto es una carnicería, una carnicería", se lamentaban unas mujeres de Qana, situada a unos 20 kilómetros de Tiro.
Qana, localidad donde Jesús, según la tradición cristiana, hizo el primer milagro, se hizo tristemente famosa en 1996 cuando más de 110 civiles perdieron la vida en un bombardeo israelí.
El primer ministro libanés ha dicho que su Gobierno "sólo aceptará un alto el fuego sin condiciones" tras lo que ha calificado de "nueva matanza israelí", y ha exigido una "investigación internacional". El presidente libanés, Emile Lahoud, se ha preguntado si la comunidad internacional va a permitir que Israel convierta a Líbano "en una nueva edición de Kosovo".
"¿Qué esperan que diga Israel?"
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha declarado que el Ejército ha bombardeado Qana porque Hezbolá ha utilizado esa localidad para disparar "cientos de cohetes" contra Israel. "Desde la aldea y sus alrededores se han disparado cientos de katiushas hacia Israel, hacia Kiryat Shemona y Afula", ha afirmado Olmert durante la reunión semanal de su Gobierno, según ha informado un participante en la misma. "El Ejército no ha ordenado el ataque contra civiles libaneses", ha añadido. El ministro libanés de Defensa, Elias Murr, ha rechazado los argumentos iraelíes. "¿Qué esperan que diga Israel?, ¿que han matado a 40 mujeres y niños?", ha declarado a la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
Esta matanza es la más grave registrada en Líbano desde que comenzó la guerra no declarada entre Israel y Hezbolá el pasado 12 de julio. La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, ha aplazado su visita oficial a Beirut, prevista para hoy, después de que el primer ministro libanés advirtiera de que su país sólo está dispuesto a negociar un alto el fuego "inmediato e incondicional" tras la tragedia de Qana. Rice ha expresado su "profundo pesar" por el ataque y ha manifestado que Israel debe actuar con más cuidado, según la radio pública israelí.
Miles de personas protestan en Beirut
Poco después de producirse la matanza en Qana, miles de personas con banderas libanesas y de Hezbolá se han congregado frente a la sede de la ONU en Beirut, y algunas de ellas han arrojado piedras contra el edificio mientras que otras han irrumpido en sus instalaciones. Los manifestantes han quemado banderas estadounidenses y han roto los cristales tras lanzar contra las ventanas trozos de madera. También han destrozado los muebles y los ordenadores de esa oficina de la ONU. Fuentes de Naciones Unidas en Líbano han indicado que el personal del organismo "ha sido evacuado a un refugio en las cercanías de la oficina".
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