El Tribunal de La Haya rechaza la petición de Argentina para frenar dos papeleras en Uruguay

Argentina llevó a Uruguay ante el Tribunal Internacional de La Haya por construir dos fábricas de pasta de celulosa en su lado de la frontera fluvial que separa ambos países. Al Gobierno argentino le preocupaba que los vertidos de esas papeleras acabaran en su país. Pero el tribunal ha fallado en su contra, denegando su petición para paralizar de forma cautelar la construcción de las plantas. "Argentina no ha convencido a la Corte de que las papeleras Causarán un daño irreparable" al medio ambiente, ha señalado la presidenta del tribunal, Rosalyn Higgins.

La construcción de las papeleras —de las empresas Botnia y ENCE— ha enturbiado en los últimos meses las relaciones entre ambos países, pese a la amistad personal entre sus mandatarios, el argentino Néstor Kirchner y el uruguayo Tabaré Vázquez, y la relación cordial tradicional entre estas naciones.

Las plantas se están levantando en Fray Bentos, a orillas del río Uruguay y a seis kilómetros de la localidad argentina de Gualeguaychú. Una vez terminadas, sus vertidos podrían afectar a esta ciudad argentina, en la provincia de Entre Ríos, que se rebelaron y cortaron durante semanas el puente internacional de San Martín.

La relación bilateral se tensó tanto que Uruguay amenazó incluso con salirse de Mercosur. Por su parte, Kirchner convirtió la batalla en un tema de interés nacional, logrando incluso el respaldo de la oposición. En Gualeguaychú afirman que el conflicto compete a las autoridades, pero el mal ambiente con sus vecinos es patente a ambos lados del río.

La historia de las papeleras empezó en octubre de 2003, cuando el entonces presidente uruguayo Jorge Batlle autorizó el emplazamiento de la planta española de la empresa ENCE, para producir 500.000 toneladas de celulosa al año. A seis kilómetros de esa planta apareció la finlandesa Botnia con un proyecto para construir otra papelera, con capacidad para procesar un millón de toneladas anuales, según informa Josefina Licitra.

Los ciudadanos de Gualeguaychú comenzaron a organizarse y en octubre de 2003 4.000 personas se movilizaron. Dos años y medio más tarde el número creció en forma exponencial: entre 2005 y 2006 los manifestantes cortaron el paso fronterizo durante 80 días (26 consecutivos) y el 30 de abril de 2006 más de 100.000 argentinos marcharon hasta el comienzo del puente San Martín, lo que dio lugar a la manifestación ambientalista más importante en la historia argentina. Según el Gobierno de Tabaré Vázquez, los cortes al paso fronterizo han generado pérdidas de 400 millones de dólares a Uruguay.

Ambos países tienen mucho en juego: la instalación de las plantas de celulosa le supone a Uruguay una inversión de unos 1.800 millones de dólares, la mayor en su historia (que representará el 2,5% de su Producto Nacional Bruto). En Argentina creen que los proyectos podrían ocasionar daños irreparables al ecosistema del río Uruguay y afectar la salud de los lugareños.