El FMLN condena el asesinato de dos policías y el uso de la violencia

En un marcado viraje de su posición política, el izquierdista y ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de El Salvador, condenó ayer el asesinato de dos policías y las heridas de otros 10 en una violenta manifestación ocurrida el miércoles 5 de julio; el FMLN hizo pública su condena a través de un comunicado y siete días después de los trágicos sucesos. Anteriormente, pese a que se manifestó en espacios de opinión de los medios locales de prensa para analizar las circunstancias en que se produjeron los hechos, la dirección del FMLN no se pronunció expresamente contra los sucesos, especialmente los ejecutados por dos personas que participaban en la manifestación estudiantil —que protestaba contra la subida de los precios del transporte público—, quienes desenfundaron un arma de guerra y dispararon contra los agentes antimotines con el resultado trágico de dos muertos y 10 heridos. Las investigaciones desvelaron que los protagonistas (el tirador y su cómplice) eran militantes del FMLN.

El presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, emplazó el lunes al FMLN a pronunciarse contra los asesinatos de los agentes, así como a desmarcarse de las acciones violentas de los grupos radicalizados de la izquierda. El pronunciamiento publicado parece responder a la exigencia del mandatario, aunque no lo reconoce de manera evidente.

Gerson Martínez, diputado y uno de los líderes históricos del FMLN, explicó a EL PAÍS que "los hechos deben individualizarse; quien viole la ley tiene que responder ante la justicia. En eso somos categóricos". El FMLN dice también condenar "el uso de la violencia, venga de donde venga, en el desarrollo de actividades reivindicativas de sectores sociales específicos". Además, admite que, desde la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, "el uso de las armas y la violencia no es un recurso legítimo para alcanzar objetivos políticos y sociales". En aquel año, que marcó el fin de la guerra civil, el frente guerrillero entregó las armas a la ONU y desmovilizó sus estructuras militares, al tiempo que se legalizaba como partido político.

"Aventureros"

Al mismo tiempo, el FMLN ha calificado de "aventureros e irresponsables" a quienes dispararon contra los policías, poniendo "en gravísimo riesgo a personas que intentaban expresar sus demandas de manera pacífica, así como a personas que circulaban o se encontraban en las inmediaciones del lugar de los hechos". Advierte que los presuntos asesinos, José Mario Belloso Castillo (prófugo) y Luis Antonio Herrador (a disposición de la justicia), tuvieron una conducta individual en la que el FMLN no tiene "la más mínima responsabilidad".

Durante los sucesos, en los que también resultó herido un funcionario universitario, fueron detenidos 30 manifestantes y se cerraron las instalaciones de la Universidad de El Salvador (UES). El cruce de acusaciones entre el Gobierno y el FMLN ha suscitado la incertidumbre sobre el proceso democratizador de un país que hace 14 años sufría una guerra civil.

Antonio Cabrales, director de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y en representación de los empresarios salvadoreños más relevantes, ha llamado a la conciliación. "Se necesitan más esfuerzos de ambos lados para concertar. De todas las reformas que el país ha aplicado, la reforma de la paz ha hecho que seamos la envidia de otros países de América Latina".

Gerson Martínez reflexiona al respecto: "Nuestro país tiene sequía de consensos y sed de acuerdos y de entendimientos, pero sobre todo de soluciones. Si bien las posiciones del Gobierno y el FMLN están hoy diametralmente enfrentadas, tenemos el desafío mayúsculo de buscar el punto de encuentro".