Bush reclama más vigilancia en la frontera con México

El presidente de EE UU, George W. Bush, reiteró ayer su oposición a una amnistía para los inmigrantes indocumentados e hizo un llamamiento para incrementar la vigilancia en la frontera con México. Lo que el Congreso de EE UU finalmente apruebe "no debe decir amnistía porque, a mi juicio, sería la acción equivocada", dijo Bush en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. El gobernante explicó que la estrategia para la seguridad fronteriza debe además incluir mecanismos que faciliten la labor de la Patrulla Fronteriza para frenar el paso de los inmigrantes indocumentados, y la aplicación de las leyes en contra de las empresas que los contraten.

Tal como lo hiciera el lunes en Cleveland (Ohio), Bush se quejó del lucrativo negocio del contrabando de inmigrantes indocumentados y de la venta de documentos fraudulentos que permiten a esos extranjeros trabajar ilegalmente en Estados Unidos.

De nuevo, describió cómo los inmigrantes indocumentados, al confiar su suerte a los coyotes (contrabandistas de seres humanos), viajan hacinados en camiones de carga o a pie por el desierto, con temperaturas de 40 grados centígrados.

Se calcula que en EE UU existen alrededor de 12 millones de inmigrantes indocumentados.

El Congreso, presionado tanto por grupos conservadores como por liberales, intenta dar respuesta a los retos de la seguridad en la frontera sur y a la presencia de la población extranjera indocumentada. Sin embargo, las medidas sugeridas por Bush, como la construcción de un muro en la frontera, han suscitado una fuerte polémica en México y, en general, en todos los países de Centroamérica, de donde procede la mayoría de los inmigrantes.

Bush presentó en enero de 2004 un plan para trabajadores temporales que puedan realizar las labores "que un estadounidense no quiere hacer" como, por ejemplo, la cosecha de cebollas en el Estado de Ohio. Esa iniciativa ha generado divisiones, incluso dentro del Partido Republicano.

Mientras, líderes sindicales, cívicos y religiosos tienen previsto anunciar hoy un día de acción nacional, programado para el 10 de abril, para exigir una reforma migratoria que conduzca a un programa de legalización para los inmigrantes clandestinos.