La mayoría de los estadounidenses y de los mexicanos rechaza la construcción de un muro en la frontera

El 69% de los estadounidenses y el 90% de los mexicanos rechazan la construcción de un muro en la frontera común para detener a los indocumentados, según una encuesta divulgada ayer en la Ciudad de México. El sondeo, efectuado en los dos países por el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) de México y la empresa Zogby International de EE UU, señala también que el 67% de los estadounidenses considera que los inmigrantes de origen mexicano contribuyen positivamente a la economía de ese país. El 80% de los encuestados en México coincide con ese punto de vista, dijeron los investigadores de CICAD Edna Jaime y César Hernández al comentar los resultados del estudio a la prensa.

El sondeo, titulado Cómo miramos al vecino, se presentó en México en momentos en que el Gobierno de Vicente Fox expresa su optimismo ante la posibilidad de que el Senado de EE UU apruebe una reforma migratoria que garantice un flujo de personas "legal, ordenado y respetuoso de los derechos humanos". El Gobierno de Fox se opone a iniciativas de algunos políticos conservadores de EE UU de construir más muros en la frontera común, de 3.200 kilómetros, y criminalizar a los inmigrantes indocumentados. Se estima que en EE UU viven unos 10 millones de mexicanos, la mitad de ellos indocumentados. Los inmigrantes mexicanos enviaron en 2005 a su país unos 20.000 millones de dólares en remesas, lo que representó la segunda fuente de divisas para México después de la venta de crudo, y por delante de la inversión extranjera y el turismo.

Precisamente hoy comienza en Washington una reunión de alto nivel con EE UU a la que México asistirá con "ánimo positivo", en palabras del portavoz presidencial Rubén Aguilar. En ella se debatirá sobre inmigración, seguridad fronteriza y extradición, entre otros temas. Por otra parte, líderes sindicales, empresariales, cívicos y religiosos de EE UU anunciaron ayer la convocatoria de un Día de Acción Nacional por los Derechos de los Inmigrantes, para exigir que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral. La movilización tendrá lugar el próximo 10 de abril en 10 ciudades con alta concentración de inmigrantes.