La familia de la periodista secuestrada en Irak pide clemencia a sus captores
Al menos 10 guardias de seguridad iraquíes mueren en durante secuestro de un ingeniero
Los familiares de la periodista estadounidense Jill Carroll han pedido clemencia a sus secuestradores mediante un mensaje televisado. Carroll, una periodista independiente de 28 años que trabajaba en Irak para el diario estadounidense The Christian Science Monitor, fue secuestrada a comienzos de este mes por un grupo que mató a su intérprete iraquí.
La súplica de los familiares reprodujo solo horas después de que la cadena de televisión árabe Al Yazira emitiera un vídeo en el que sus captores amenazan con matarla si las autoridades de Bagdad no liberan a las mujeres iraquíes que están presas, dando un ultimátum de 72 horas. "Jill es una periodista inocente y respetuosamente les pedimos que demuestren clemencia y le permitan volver con su madre, su hermana y sus familiares", han dicho sus familiares.
Precisamente hoy se ha conocido la liberación de una hermana del ministro iraquí de Interior, Bayan Yaber Solag, que estaba retenida desde el 3 de enero pasado, según han informado fuentes de ese Ministerio. La mujer está ya en su hogar y se encuentra en buen estado de salud. Yaber fue secuestrada por un grupo desconocido cuando regresaba a su vivienda desde la Facultad de Ciencias Políticas de Bagdad, donde cursas sus estudios universitarios.
Diez guardias muertos durante otro secuestro
Por otro lado, la de hoy ha vuelto a ser una jornada sangrienta en Irak. Al menos 10 guardias de seguridad iraquíes han muerto durante otro secuestro, el de un ingeniero de Malawi, en una emboscada de la insurgencia contra el convoy en el que viajaba, en Bagdad, según ha informado el Ministerio del Interior iraquí.
El ingeniero trabaja para la empresa Iraqna, una filial de la compañía egipcia de telefonía móvil Orascom. Los guardias fallecidos trabajaban por su parte para una empresa de seguridad privada contratada por la empresa egipcia y le daban escolta por el barrio de Al Yamaa, al oeste de la capital iraquí, cuando han sido emboscados por varios hombres armados con fusiles y pistolas.
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