La CIA creó una red secreta de prisiones para terroristas de Al Qaeda en ocho países
'The Washington Post' denuncia que el servicio de inteligencia de EE UU escondió a cien presos hace cuatro años en estas cárceles encubiertas
La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) ha estado escondiendo e interrogando a destacados miembros de Al Qaeda en "instalaciones secretas" en Europa del Este. Este Guantánamo europeo es parte de un "sistema encubierto de prisiones" que abarca un total de ocho países y que llegó a tener hasta cien presos, según publica hoy The Washington Post. El diario, que cita a funcionarios de EE UU y fuentes diplomáticas y de inteligencia de América, Europa y Asia, indica que esta red fue establecida por la CIA hace casi cuatro años, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Como la legislación de EE UU prohíbe el establecimiento de prisiones secretas en el país, los agentes de la CIA buscaron otros países para instalarlas. Bajo la ley estadounidense, sólo el presidente del país puede autorizar una acción encubierta de la CIA como la que describe el periódico. Pero no parece que George W. Bush autorizara específicamente la creación de estas prisiones, sino que todo apunta a que la iniciativa se basa en el documento que Bush firmó el 17 de septiembre de 2001, tan sólo seis días después de los atentados, y que daba a la CIA amplios poderes para combatir el terrorismo, incluyendo la posibilidad de matar y capturar a miembros de Al Qaeda en cualquier país del mundo.
Según el rotativo, la existencia y ubicación de las instalaciones, que aparecen citadas con el eufemismo de "lugares negros" en documentos clasificados de la Casa Blanca, de la CIA, del Departamento de Justicia y del Congreso, es conocida solamente por un puñado de funcionarios en EE UU, por el presidente y unos pocos miembros de los servicios de inteligencia de cada país donde se encuentran. A lo largo de estos últimos cuatro años, el sistema encubierto de prisiones ha llegado a contar con lugares de reclusión en ocho países, incluidos Tailandia, Afganistán y algunas "democracias del este de Europa", así como un pequeño centro en la ya conocida y criticada prisión de Guantánamo, en Cuba.
Aislados, en la oscuridad y bajo tierra
No obstante, los países anfitriones de estas cárceles son, como Estados Unidos, firmantes de la Convención de la ONU contra la Tortura y, pese a ello, albergan prisiones donde la CIA tiene permitido usar sus "Técnicas de Interrogatorio Reforzadas", entre ellas hacer creer al prisionero que se está ahogando. Aunque sí cita las prisiones secretas de Tailandia, Afganistán y Guantánamo, el diario no desvela los países de Europa oriental que tienen cárceles de la CIA argumentando que las fuentes temen que ello perjudique los esfuerzos antiterroristas o convierta a estos Estados en objetivo de terroristas. Las instalaciones de Tailandia y Guantánamo fueron cerradas en 2003 y 2004, respectivamente.
Así, la Agencia cerró el pequeño centro de detención del que disponía en Guantánamo en 2004, cuando los tribunales empezaron a ejercer un mayor control sobre los retenidos allí por el Pentágono, y en 2003 clausuró el que tenía en Tailandia, después de que se descubriera su existencia. Estados Unidos había enviado allí a dos detenidos en 2002, el presunto jefe de operaciones de Al Qaeda, Abu Zubaida, y el sospechoso de planificar el 11-S Ramzi Binalshibh. La red de centros de detención "es un elemento central en la guerra no convencional de la CIA contra el terrorismo", añade el diario, al tiempo que denuncia que estas operaciones dependen de la cooperación de los servicios de inteligencia extranjeros para mantener el secreto.
La CIA ha tenido dentro de este sistema a más de un centenar de detenidos, de los cuales 30 son importantes terroristas, que fueron confinados en instalaciones ultrasecretas financiadas por la agencia estadounidense y gestionadas por su personal en Europa del Este, según The Washington Post. Los prisioneros del primer grupo están aislados del mundo exterior, en la oscuridad, a veces en celdas subterráneas, no se les reconocen derechos legales y nadie que no sea de la CIA puede hablar con ellos o verles, según el diario estadounidense. Otro grupo de alrededor de 70 detenidos y considerado menos importante pasó por los "lugares negros" y posteriormente fueron entregados a los servicios de inteligencia de Egipto, Jordania, Marruecos, Afganistán y otros países.
Una red "insostenible"
El sistema encubierto de detenciones de la CIA ha causado roces con otros países. Los Parlamentos de Canadá, Italia, Francia, Suecia y Países Bajos han abierto investigaciones sobre presuntas operaciones secretas de la CIA para capturar a ciudadanos, residentes legales, y transferirlos a estas prisiones.
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