Villepin anuncia medidas para fomentar "el tercer hijo" y la reinserción de la mujer

Los padres franceses podrán, a partir de 2006, optar a una bajas de maternidad o paternidad más cortas y mejor remuneradas. Éstas son las nuevas medidas anunciadas hoy por el primer ministro francés, Dominique de Villepin, para conciliar trabajo y familia en el marco de una política pronatalista impulsada por el Ejecutivo a pesar de que Francia cuenta con una de las tasas de fertilidad más elevadas de la Unión Europea.

Tras reunirse con ocho ministros, asociaciones familiares y sindicatos en la Conferencia de la Familia 2005, Villepin ha dado a conocer las esperadas reformas que buscan fomentar la familia numerosa y la actividad laboral de la mujer. Según informa el diario francés Les Échos, el subsidio de maternidad o paternidad aumentará de los 512 euros mensuales que actualmente se otorga en bajas de tres años, a los 750 euros que se concederán sólo si la baja se limita a un año.

Dos opciones

Actualmente, los subsidios para alguno de los dos padres que deja su puesto de trabajo por el cuidado de sus hijos de menos de tres años son de un máximo de 521,64 euros netos al mes. Los padres -aunque se estima que en un 98% serán mujeres- podrán beneficiarse de este nuevo subsidio, de 750 euros, a partir del tercer hijo, pero seguirán teniendo la opción de solicitar la modalidad actual. La medida entrará en vigor en julio de 2006 y costará al Gobierno unos 140 millones de euros al año, añade el rotativo. Se estima que unas 100.000 familias estarán interesadas en el nuevo subsidio.

Ésta no es la única medida anunciada por Villepin. Además de duplicar las ayudas para pagar las guarderías de niños menores de seis años, las reducciones por familia numerosa afectarán a comercios y otros servicios más allá de los del transporte ferroviario que ya ofrece actualmente el servicio nacional de trenes, SNCF, dice Les Échos.

Un estudio del Instituto nacional de estudios demográficos (INED) de Francia citado por el periódico Le Monde ha confirmado que "la fecundidad crece con el diploma. Su tasa es máxima cuando los dos padres trabajan, pero ésta disminuye en el momento en el que uno de los dos está en paro".

En este aspecto, Francia goza de una situación privilegiada. Con 1,9 niños por mujer, es el segundo país europeo, después de Irlanda, con la tasa de fertilidad más elevada. El índice de empleo femenino de Francia también se sitúa entre los mejores de la UE: un 81% de las mujeres de entre los 25 y los 49 años trabajan. Sin embargo, no escapa a la dinámica del resto de los países industrializados, y también registra un envejecimiento de la población. En este sentido, el Partido Socialista ha criticado la medida y la ha considerado ineficaz. Centrar la política de natalidad en el tercer hijo "es un error", dijo Ségolène Royal, diputada del PS. "Lo que hay que impulsar es el primer hijo y el segundo", explicó.