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PÁNICO EN EL SURESTE ASIÁTICO

Un fuerte seísmo causa más de mil muertos y desata el pánico en el sureste asiático

La isla indonesia de Nias, la más afectada

Apenas tres meses después del maremoto que dejó casi 300.000 muertos en el sureste asiático, la zona volvió ayer a ser presa del pánico cuando un potentísimo seísmo de 8,7 en la escala Richter sacudió el oeste de Indonesia. El epicentro tuvo lugar a apenas unos cientos de kilómetros del seísmo del 26 de diciembre y, aunque no ha producido las gigantescas y devastadoras olas que asolaron entonces las costas de 12 países, más de mil personas han fallecido en la isla de Nias, la más cercana al epicentro.

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El seísmo se produjo a media tarde de ayer (ya de noche en la zona) 200 kilómetros al norte de Sibolga, en la costa de Sumatra y el pánico se extendió rápidamente tanto en Indonesia como en los demás países que sufrieron los efectos del tsunami de diciembre. Decenas de miles de personas fueron evacuadas o huyeron de la costa en cuanto se sintió el terremoto, por miedo a que se produjeran tsunamis como los de Navidad. El Centro de Alerta de Tsunamis en el Pacífico avisó de la posibilidad que se produjeran "olas gigantes destructivas a gran escala", y llamó a las autoridades locales para que tomaran "medidas inmediatas", evacuando a la población de la costa. Sin embargo, afortunadamente no se han producido las temibles olas y poco a poco, todos los países de la zona han ido retirando la alerta por tsunamis que pusieron en marcha nada más conocerse el movimiento sísmico.

No obstante, la isla de Nias, la más cercana al epicentro del seísmo, podría haber quedado totalmente destrozada. Según las estimaciones oficiales, más de mil personas habrían muerto en esta isla, poblada por medio millón de personas. Según el vicepresidente indonesio, Yusuf Kalla, "puede haber 1.000 o 2.000 personas muertas" en Nias. En Gunung Sitoli, la capital de esta isla, los cooperantes que se han desplazado han podido ver centenares de edificios reducidos a escombros, palmeras caídas a lo largo de toda la playa y calles casi desiertas. "Gunung Sitoli es como una ciudad muerta. La situación es realmente de pánico", ha dicho el vicegobernador de Nias, Agus Mendrofa, que estima que más del 80% de los edificios han sufrido daños.

Como ya ocurriera en diciembre, ha habido dificultades para llegar a las zonas más afectadas, especialmente la isla de Nias. La Cruz Roja Indonesia (PMI) ha enviado un equipo médico de 12 personas y cientos de paquetes de medicinas a la isla de Nias, según ha anunciado su secretario general, Iyang Sukandar, citado por Antara. Otras organizaciones humanitarias se aprestan a conseguir medios aéreos para acceder a la isla, pero el mal tiempo está dificultando aún más su labor.

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, ha suspendido el viaje que tenía previsto emprender mañana a Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental tras el terremoto y se ha reunido con su gabinete para estudiar la respuesta de emergencia. A la reunión han asistido el secretario de Estado, Yusril Ihza Mahendra, el comandante de las Fuerzas de Defensa indonesias, general Endriartono Sutarto, y el jefe de la Policía Nacional, general Dai Bachtiar. Además, el presidente visitará la zona más afectada en cuanto sea posible, mañana o pasado.

Pánico en toda la zona

La alerta por el terremoto se extendió rápidamente por todos los países que sufrieron las consecuencias del tsunami del 26 de diciembre y el pánico se apoderó de la población, que huía despavorida de las cercanías de la costa y corría a ponerse a salvo en los edificios más altos. En Tailandia, el Departamento de Meteorología activó la alerta por tsunamis y conminó a los habitantes del sur del país a abandonar sus casas ante la posibilidad de que se produjeran olas gigantes. En Malaisia se urgió a aquellos que residen en la costa occidental a huir a zonas elevadas. También India y Sri Lanka lanzaron alertas; en esta última isla, las sirenas ululaban en la ciudad de Trincomalee, según han informado testigos a la agencia Reuters. Las escenas de pánico se han repetido en Sumatra, en Singapur y Malaisia. Poco a poco, todos los países han ido retirando las alertas.

Los vecinos de un edificio de apartamentos abandonan sus casas tras sentir el temblor en Kuala Lumpur (Malaisia).
Los vecinos de un edificio de apartamentos abandonan sus casas tras sentir el temblor en Kuala Lumpur (Malaisia).AP

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