Tres soldados de EE UU muertos en un atentado al sur de Bagdad
Secuestrada una periodista iraquí y un importante hombre de negocios
Tres soldados estadounidenses han muerto hoy en un ataque de los insurgentes en el sur de Bagdad, en el que otros ocho han resultado heridos, según ha informado esta tarde el mando militar estadounidense en un comunicado. Mientras tanto, las tropas de EE UU siguen presionando sobre la ciudad de Ramadi para acabar con los focos de insurgentes en esa ciudad del denominado triángulo suní.
Según la nota, el ataque en el que han perdido la vida los tres soldados tuvo lugar esta mañana en el barrio de Ad Dora, cuando una bomba explotó al paso de un vehículo militar en el que uniformados estadounidenses trasladaban a un compañero herido en un accidente de tráfico. Varios testigos han explicado a Efe que la explosión se produjo sobre las 8.00 hora local (6.00 en la España peninsular) en una carretera de Ad Dora y destruyó parcialmente dos vehículos militares. De acuerdo con fuentes militares, los insurgentes también dispararon contra el helicóptero de rescate norteamericano que trataba de rescatar a las víctimas, aunque sin alcanzarlo. Al menos 1.040 militares de EE UU han perdido la vida en combate en Irak desde el inicio de la invasión del país árabe en marzo de 2003.
El ataque coincide con la continuación de la ofensiva lanzada durante el pasado fin de semana por unidades de marines contra la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad, capital de la provincia de Al-Anbar y corazón de la insurgencia suní. Comandos de la Primera Fuerza Expedicionaria de Marines, secundados por fuerzas de seguridad iraquíes, aprovecharon la noche y el toque de queda para irrumpir en diversos inmuebles, señalados como posibles escondites de terroristas, según han confirmado fuentes militares. Las mismas fuentes han añadido que la redada facilitó la detención del jeque Mohamed Nasir Ali al-Ijbie, líder de la tribu Al-Bufaraj, y de 12 de sus hombres, a los que se acusa de colaborar con los rebeldes.
Ramadi, sellada a cal y canto
Los marines emprendieron la operación Campaña del Río la madrugada del domingo con el objetivo declarado de erradicar a los rebeldes que se ocultan en esta ciudad, ubicada a unos cien kilómetros al oeste de Bagdad. Los soldados estadounidenses levantaron puestos de control y sellaron todos los accesos a la localidad, escenario de frecuentes combates entre tropas de EE UU y grupos de hombres armados. Desde el domingo, todo vehículo que pretende salir o entrar en Ramadi es registrado. Fuentes militares de EE UU han puntualizado que las operación contra Ramadi no tiene la misma intensidad que la que el pasado noviembre arrasó la vecina Faluya.
Entretanto, los cuerpos sin vida de ocho camioneros iraquíes que habían sido dados por desaparecidos eran entretanto hallados en el lecho del río Tigris, en una zona al sur de Bagdad, según fuentes policiales. Por otro lado, un importante hombre de negocios iraquí y una presentadora de una de las televisiones del país han sido secuestrados en distintas partes de Irak. Según un portavoz de la Policía, Raida al-Wazzan, de 36 años, presentadora de noticias de una cadena de la provincia de Niniveh, en el noroeste del país, fue capturada la noche del domingo en la ciudad de Mosul, la tercera más populosa del país.
La periodista regresaba a casa en su coche en compañía de una de sus hijas, de diez años, cuando fue asaltada por hombres enmascarados, según ha explicado un directivo de la cadena, quien ha aventurado que el objetivo de los captores es monetario. De igual forma y, probablemente con el mismo fin, ha sido capturado hoy en Bagdad Adnan Abed Abdelatif, un acaudalado comerciante iraquí de origen turco. Abdelatif salía de su vivienda en el barrio bagdadí de Ameriya cuando un grupo de enmascarados le obligaron a descender de su vehículo, lo forzaron a entrar en otro y se dieron a la fuga. Ningún grupo ha reivindicado hasta el momento la autoría de sendos secuestros. Estos secuestros han coincidio con la puesta en libertad de dos periodistas indonesios, secuestrados la semana pasada cerca de Ramadi.
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