El Parlamento israelí aprueba la retirada de la franja de Gaza tras 37 años de ocupación
Sharon derrota a sus aliados gracias a sus adversarios, lo que puede suponer el fin de la coalición de Gobierno y provocar un cisma en el Likud
Bajo la presión de cientos de manifestantes a favor y otros tantos en contra, el Parlamento israelí (Kneset) ha aprobado esta tarde el controvertido plan de "desconexión" de los palestinos ideado por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, que contempla el desmantelamiento de todas las colonias en la franja de Gaza tras 37 años de ocupación.
La victoria de Sharon supone toda una paradoja, ya que ha sido posible gracias al apoyo de sus adversarios y con el voto en contra de sus aliados y de casi la mitad de los diputados de su partido, el Likud. La aprobación del plan amenaza así con acarrear la ruptura de la coalición de Gobierno y crear un cisma en el Likud. Para evitarlo, cuatro ministros han afirmado que dimitirán si Sharon no somete el proyecto a referéndum, algo que ha rechazado inmediatamente. Poco después de la votación, el primer ministro israelí ha cesado a Uzi Landau, ministro sin cartera, y al viceministro de la Seguridad Interior, Michael Ratzonque, que se pronunciaron en contra del plan.
Derrota de la derecha
Con el respaldo laborista y pacifista y por una mayoría más amplia de la esperada, Sharon ha derrotado a sus aliados de la derecha nacionalista. En una decisión histórica, la Cámara le ha autorizado, por 67 votos a favor, 45 en contra y siete abstenciones, a retirar al Ejército de la franja y a desmantelar los 21 asentamientos judíos establecidos desde que la invadió en la guerra de 1967. Además, serán evacuados cuatro colonias del norte de Cisjordania. En total, 8.000 colonos, que serán indemnizados, tendrán que dejar sus casas y campos en un proceso que estará a cargo de la Policía Nacional y que debe concretarse en cuatro etapas, a lo largo del verano de 2005.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), con la cual se negó Sharon a negociar la retirada tras tachar de "irrelevante" a su líder, Yasir Arafat, recuperará el control terrestre de los 340 kilómetros cuadrados de la franja y de 860 kilómetros cuadrados de Cisjordania. La única vez en que Israel evacuó asentamientos fue en 1982. Fueron una decena de colonias establecidas en el desierto de Sinaí, que fueron desalojadas en cumplimiento del tratado de paz de 1979 con Egipto. En todo caso, es una victoria envenenada, ya que el plan ha sido aprobado por poco más de la mitad de los 40 diputados del bloque Likud, por sus asociados del Partido liberal Shinui y por los partidos opositores, entre ellos los de dos formaciones de la minoría árabe.
Tras la votación, los analistas pronostican profundos cambios en la coalición gubernamental, que van desde la creación de un gobierno de unidad nacional entre Sharon y el líder de la oposición, el laborista Simón Peres, hasta un adelanto de las elecciones nacionales. De hecho, minutos después de la votación, los ministros de Finanzas, Benjamin Netanyahu; Educación, Limor Livnat; Agricultura, Yisrael Katz, y Salud, Danny Navh, han asegurado que dejarán el Gobierno si Sharon no convoca un referéndum sobre el plan en 14 días, el mismo plazo que ha dado el Partido Religioso Nacional (PRN) antes de abandonar la coalición de Gobierno. Aunque los ministros son favorables al plan, pretenden evitar que la salida del PRN, lo que podría precipitar las elecciones y crear un cisma dentro del Likud.
Un responsable ha afirmado que "el primer ministro mantiene su oposición a un referéndum que sólo puede favorecer las disputas, la violencia y acercarnos a una guerra fraticida, postergando además por seis meses la aplicación del plan de retirada".
Durante todo el día, miles de colonos israelíes y activistas del "campo de la paz" han disputado una guerra de lemas ante el Parlamento, fuertemente custodiado. Judíos no expulsan a judíos, señalaba una de las pancartas de los colonos, frente a los gritos de "debemos marcharnos de Gaza, ¡inmediatamente!" lanzados por los pacifistas. Para los colonos, a los que Sharon reprendió ayer desde la Kneset por abrigar "complejos mesiánicos", el "padre de la colonización judía" es ahora un "dictador sin freno", en tanto que sus rabinos radicales llaman a los soldados a negarse a evacuarlos de sus asentamientos. Todos los sondeos reflejan que la mayor parte de los israelíes apoya el plan, que también trae a la menoria el fantasma del magnicidio de Isaac Rabin, asesinado por un sionista hace nueve años por pactar la paz a cambio de tierra.
Una "farsa" para los palestinos
"Israel intenta engañar al mundo con el plan unilateral de retirada de la franja de Gaza", ha señalado Nabil Abú Rudeina, portavoz de Arafat, que ha agregado que "si las intenciones de Israel de retirarse de la franja de Gaza fueran serias llevaría a cabo la evacuación como lo hizo del sur de Líbano [en mayo de 2000] y de otras áreas".
Por su parte, el ministro palestino de Negociaciones, Saeb Erekat, ha acusado a las autoridades israelíes de decidir el futuro de los palestinos sin consultar con ellos, lo que "no va a conducir a la paz". La ANP subraya que se trata de una retirada parcial pues el Ejército israelí seguirá vigilando las fronteras de Gaza, su espacio aéreo y los 30 kilómetros de su costa sobre el mar Mediterráneo.
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