El grupo de Zarqaui mata a 43 reclutas iraquíes tras emboscar el convoy que les llevaba de permiso

Los grupos rebeldes iraquíes parecen haber declarado una ofensiva total contra las nuevas fuerzas de seguridad del país, a poco más de dos meses para la celebración de las primeras elecciones tras la era de Sadam. Tras el asesinato ayer de 20 policías en dos atentados suicidas, hoy han sido al menos 43 reclutas del recién creado ejército iraquí -más cinco conductores civiles- los que han muerto tiroteados por insurgentes tras ser emboscados los autobuses en los que viajaban cerca de la ciudad de Baquba.

El ataque ha sido reivindicado, a través de un comunicado colgado en una página de Internet de contenido islamista, por la Organización Al Qaeda para la Guerra Santa en Irak, el nuevo nombre del grupo radical dirigido por el jordano Abu Musab Al Zarqaui, considerado líder de Al Qaeda en Irak. En el texto, el grupo asegura haber asesinado a "48 apostatas miembros de (...) la Guardia iraquí".

"Han sido ejecutados todos", ha declarado el portavoz del Ministerio del Interior iraquí, Adnan Abdul Rahman. El portavoz hacía referencia a que los autobuses fueron interceptados, se hizo descender a los reclutas, que iban desarmados, se les obligó a tenderse boca abajo y después fueron disparados en la cabeza uno a uno. Después, el grupo criminal, que según fuentes militares estadounidenses, era numeroso y bien organizado, ha quemado dos de los autobuses y se ha llevado los otros tres.

El ataque tuvo lugar ayer por la noche y los cuerpos de los jóvenes reclutas han sido encontrados hoy. Todos han sido hallados con sus papeles y su dinero, pero sin zapatos. Se trata de uno de los más crueles y sangrientos ataques contra las recién creadas fuerzas de seguridad iraquíes por parte de los grupos insurgentes, que se han marcado como objetivo las fuerzas del orden para hacer imposible al Gobierno interino la celebración de las elecciones legislativas, previstas para el mes de enero. Últimamente, las fuerzas de seguridad iraquíes han comenzado a tomar parte en operaciones de mantenimiento del orden y contra objetivos de la resistencia en colaboración con el Ejército estadounidense.

Los soldados, cuyas ropas estaban rasgadas y cubiertas de sangre, han sido trasladados en camiones hacia el cuartel de la Guardia Nacional -ejército- de la ciudad de Mandali. Según testigos citados por Reuters, algunos transeúntes han llorado al verlos. Todos ellos estaban destinados y recibían entrenamiento en una base de la ciudad de Kirkush, a unos 90 kilómetros al norte de Bagdad, y se dirigían de permiso a sus casas, en Amara, Nasiriya y Basora, al sur del país. Al parecer, los tres autobuses en los que viajaban fueron emboscados por insurgentes disfrazados de policías. Más tarde fueron encontrados por vecinos de Baquba, que avisaron a las autoridades.

Baquba, una ciudad del noreste de Bagdad, capital de la provincia de Diyala, ha sido escenario de frecuentes ataques contra las fuerzas de seguridad iraquíes, la policía y el Ejército, así como contra las fuerzas de la coalición. Así, el pasado 28 de julio, 70 personas murieron en un atentado suicida contra una comisaría de policía.

Asesinado un diplomático estadounidense

También hoy, el responsable de seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad ha muerto en un ataque con morteros contra el cuartel estadounidense que vigila el aeropuerto de la capital iraquí. Se trata del primer diplomático estadounidense fallecido en Irak, según ha confirmado un portavoz del secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, que se encuentra de visita en Pekín.

El fallecido es Ed Seitz, oficial de seguridad de la legación diplomática en Bagdad. Según ha afirmado un portavoz de la Embajada estadounidense, el diplomático no era el objetivo de los insurgentes, sino la base de Camp Victory, un cuartel dirigido por las fuerzas de EE UU y que se encarga de garantizar la seguridad en el aeropuerto de Bagdad. Se trata de una zona en la que son habituales los ataques de la resistencia contra las fuerzas estadounidenses.

La noticia ha sido anunciada por un portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos. Su responsable, Colin Powell, ha calificado al diplomático fallecido como un "americano valiente, consagrado a su país", a la vez que ha destacado su dedicación "a su país y a dar un futuro mejor al pueblo iraquí". Powell ha conocido la información a su llegada a China, en el marco de un viaje oficial por Asia.