España aumenta la ayuda a Sudán pero exige al Gobierno que ponga fin al conflicto

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha anunciado hoy un aumento inmediato de la ayuda de España a Sudán desde los dos hasta los siete millones de euros y pidió al Gobierno de Jartum "más acción y más resultados" en la protección de los civiles de Darfur para evitar sanciones de la ONU.

Moratinos se ha reunido hoy en Jartum con el presidente de Sudán, Omar Hasan Ahmad al-Bashir, y con su ministro de Exteriores, Mustafá Osman Ismail.

El Gobierno de Jartum ha hecho llegar a Moratinos su "firme compromiso" para encontrar una solución política al conflicto de Darfur (una región situada al oeste del país) y el propósito de reanudar las conversaciones con los rebeldes. Por su parte, el jefe de la diplomacia española ha manifestado que "España tiene una responsabilidad para facilitar la solución a la crisis humanitaria que sufre la región de Darfur".

Mientras tanto, este mismo sábado el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúne para votar un proyecto de resolución que amenaza con sanciones a Sudán, en lo que se considera una forma de incrementar la presión para impedir que continúe la catástrofe humanitaria en Darfur.

Sanciones de la comunidad internacional

Mientras tanto, este mismo sábado el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reúne para votar un proyecto de resolución que amenaza con sanciones a Sudán, en lo que se considera una forma de incrementar la presión para impedir que continúe la catástrofe humanitaria en Darfur. La ONU tiene previsto realizar consultas informales a lo largo de la tarde para limar las últimas diferencias y poder pasar a una votación en la que nadie espera el consenso.

El texto necesita un mínimo de nueve votos a favor para ser adoptado, siempre y cuando ningún miembro permanente haga uso del veto, privilegio del que gozan Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China. La aspiración de Estados Unidos y países como Reino Unido es lograr al menos trece votos a favor de la resolución, un resultado similar al que obtuvo un texto anterior con el que ya se intentaba forzar al gobierno de Jartum a desarmar a las milicias y dar acceso a la ayuda humanitaria.

La ONU y agencias humanitarias calculan que más de 50.000 personas han muerto y al menos un millón se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde que hace más de un año estallaron los combates entre el Ejército y grupos rebeldes en Darfur, una región desértica en el oeste de Sudán, fronteriza con Chad. El conflicto comenzó en febrero de 2003, cuando dos grupos rebeldes, el Movimiento por la Justicia y la Igualdad y el Movimiento de Liberación de Sudán, se levantaron en armas para protestar por el abandono y la pobreza que sufre esta región en beneficio de los árabes.