Nepal impone el toque de queda para frenar la ira por la matanza de doce rehenes en Irak
El Gobierno impone el toque de queda después de que los manifestantes quemaran la mezquita de la capital y bloquearan las carreteras
El asesinato de 12 trabajadores nepalíes en Irak ha desatado la furia de miles de sus compatriotas, que se han manifestado con extrema violencia en Katmandú, la capital de Nepal, donde las autoridades se han visto obligadas a imponer el toque de queda para atajar el caos. Según un anuncio difundido hoy por la radio estatal nepalí, "el toque de queda ha sido impuesto en Katmandú a partir de las 14.00 hora local (08.15 GMT) del miércoles, hasta nuevo aviso".
Las protestas por el secuestro y posterior ejecución de los 12 rehenes nepalíes que trabajaban de cocineros para una empresa jordana han puesto patas arriba la seguridad en Katmandú. Allí, la ira de los manifestantes se ha cebado con la principal mezquita de la ciudad, a la que han tratado de prender fuego. También han atacado una oficina de empleo y las instalaciones de la compañía aérea Qatar Airways.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes, han sacado muebles y material de la mezquita Jama Masjid y los han prendido fuego en la acera. Luego se han dirigido a las oficinas de la línea aérea qatarí, saqueándola por completo. La policía ha tenido que intervenir con material antidisturbios contra los manifestantes. Además, varios vehículos han sido incendiados por los alborotadores, que han mantenido bloqueadas desde esta madrugada las calles de Katmandú y las entradas a la ciudad.
Venganza y pasividad del Gobierno
Los manifestantes exigen "venganza" por el asesinato de los nepalíes, y acusan a las autoridades de Katamandú de no haber actuado a tiempo para conseguir la liberación de los rehenes. Uno de los implicados en las revueltas ha dicho a la agencia EFE que "estamos indignados. Nuestro Gobierno no hizo nada para liberar a los rehenes. Ha sido demasiado lento, y exigimos su dimisión".
Por otra parte, grupos islámicos de Nepal, donde la población musulmana supone apenas un 4% de los 27 millones de habitantes, también han condenado la matanza de Irak y han declarado que "ese acto inhumano es contrario al Islam".
En un comunicado difundido después de una reunión de urgencia celebrada ayer en Katmandú, el Gobierno de Nepal calificó de "terrorismo, barbarie brutal y repugnante" el asesinato de los rehenes en Irak y prometió dar ayuda financiera a las familias de las víctimas. El Gobierno también anunció su decisión de no permitir a sus ciudadanos que viajen a Jordania, para prevenir que se trasladen posteriormente a Irak, al tiempo que aseguró que tomará "fuertes medidas" contra las agencias que mandan ilegalmente a los trabajadores nepalíes a ese país.
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