El Gobierno colombiano y los paramilitares abren la mesa de negociaciones

El Gobierno colombiano y la principal organización paramilitar del país, los Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), han abierto esta tarde la mesa de negociaciones en el proceso de paz que emprendieron a finales de 2002. El secuestro del ex congresista José Gnecco -liberado la pasada madrugada-, por parte del comandante y negociador paramilitar Jorge 40, es un ejemplo de la fragilidad de un proceso al que pocos ven un final feliz.

El acto ha comenzado hacia las 11.50 horas locales (18.50 hora española), con 50 minutos de retraso, a causa de las lluvias que cayeron en la aldea de distensión de Santa Fe de Ralito. El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, y el ministro del Interior y Justicia, Sabas Pretelt de la Vega, han encabezado la delegación del Gobierno del presidente Álvaro Uribe en el acto, que ha arrancado con el himno nacional del país.

Una decena de jefes de las AUC, encabezados por Salvatore Mancuso, el líder militar de la organización, han acompañado a los portavoces del Ejecutivo en la formalización de este proceso de paz. El diplomático argentino Sergio Caramagña, que coordina una misión de apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA) a la pacificación colombiana, ha asistido como garante al acto, junto a Julio César Vidal, obispo de Montería, la capital de Córdoba, departamento al que pertenece Santa Fe de Ralito.

Objetivo: "aclimatar la paz"

Para Julio César Vidal, "es necesario aclimatar la paz, crear confianza al interior del país y crear confianza al exterior". "Se necesita, además, la presencia de la comunidad internacional", ha agregado Vidal, que fue pieza clave en los acercamientos que llevaron a las partes a esta nueva etapa de los contactos que empezaron en diciembre de 2002.

Vidal ha saludado a "quienes acompañan al país, Colombia, en el inicio de este proceso y, como siempre lo hemos hecho, pedimos a toda la comunidad internacional que desde dentro estén apoyándolo, porque sabemos que de aquí se desprenderán otros futuros procesos". Más de 300 invitados, tanto nacionales como extranjeros, han asistido a la formalización de la fase de negociaciones del Ejecutivo con las AUC, que deberá concluir con la desmovilización hasta diciembre de 2005 de los cerca de 19.000 miembros de los bloques que conforman ese grupo, constituido en 1984.

El proceso tendrá como eje la llamada "zona de ubicación" de Santa Fe de Ralito, más de 700 kilómetros de Bogotá, y que entró en vigor el pasado 15 de junio. Ese territorio de distensión tiene un área de 368 kilómetros cuadrados y en él se concentraron una veintena de jefes paramilitares, con cerca de medio millar de hombres de sus servicios de seguridad.