Los combates entre tropas de EE UU y rebeldes suníes en Faluya dejan más de 450 muertos

Cuando se cumple el primer aniversario de la caída de Bagdad, la situación en Irak dista mucho de haber mejorado. La revuelta de los chiíes partidarios del clérigo Múqtada al Sáder, y de los suníes, ha sumergido al país en una violencia de la misma intensidad que la registrada durante la guerra. Todo Irak arde en combates. Los choques más intensos se están registrando en Faluya, donde los marines estadounidenses tienen sitiada la ciudad, en poder de los insurgentes suníes. Tras varios días de cerco, el número de muertos crece sin parar: se sitúa ya en más de 450. El número de heridos sobrepasa el millar, según fuentes hospitalarias.

El administrador estadounidense en Irak, Paul Bremer, ha anunciado este mediodía el cese unilateral de los combates en Faluya, una ciudad de medio millón de habitantes. Pero eso no ha impedido que sigan registrándose choques armados. Tras las noticias contradictorias lanzadas por los propios militares estadounidenses y testigos presenciales, que afirmaban que la tregua había durado "90 minutos", el general Mark Kimmitt ha informado a la CNN de que el alto el fuego se mantiene.

Horas antes de anunciar la suspensión de las operaciones militares, niños y mujeres han comenzado a abandonar a pie la ciudad de Faluya por los caminos del extrarradio cargando pequeñas maletas, alimentos y medicinas. Los ciudadanos, que temen por sus vidas, se dirigen hacia el sur, sobre todo a la aldea de Al Naemiya. Los soldados estadounidenses les han permitido el paso. Poco después, se ha hecho público el anuncio de Bremer.

Los militares del primer batallón del quinto regimiento de los marines estadounidenses han precisado que han suspendido la ofensiva sobre la cercada ciudad de Faluya para permitir una negociación entre dirigentes religiosos y representantes de las autoridades provisionales iraquíes con los propios militares estadounidenses. Las fuerzas de EE UU han utilizado cazabombarderos y carros blindados para hacerse con el control de la población, donde según fuentes hospitalarias, muchas de las víctimas mortales, unas 450, son mujeres y niños cuyas viviendas han sido atacadas durante la ofensiva.

Las localidades de Nayaf y Kufa, en el centro del país, también son escenario de cruentos combates entre las fuerzas de ocupación y los insurgentes chiíes. Como resultado de estos choques han muerto al menos tres iraquíes y otros 15 han resultado heridos, según un nuevo balance divulgado por una fuente hospitalaria.

Nuevo ataque a las tropas españolas

En paralelo a los combates, tropas españolas y de EE UU han interceptado esta mañana (hora española) el convoy en el que viajaba hacia Kufa el clérigo Múqtada Al Sáder, el líder de los chiíes y principal instigador de las revueltas. Las tropas de la coalición han obligado al convoy de Al Sáder a regresar a la vecina Nayaf, según ha informado la cadena qatarí Al Yazira, que ha añadido que en ese momento, el líder radical chií se dirigía a una mezquita de Kufa al rezo del viernes santo musulmán. Sin embargo, Al Yazira no ha precisado los motivos por los que el líder rebelde no ha sido detenido por las fuerzas de la coalición, que han lanzado una orden de arresto contra el clérigo chií, a quien acusan de provocar el levantamiento de la población.

Entretanto, las tropas españolas siguen sufriendo el acoso de los insurgentes. Esta misma mañana la base Al Andalus, ubicada entre las ciudades de Nayaf y Kufa, ha sufrido un ataque de los radicales chiíes, según ha informado el portavoz de la Brigada Plus Ultra, el comandante Carlos Herradón, quien ha precisado que en este "acto de hostigamiento no hubo que lamentar ni daños personales ni materiales". Según Herradón, los autores de los disparos eran presuntos seguidores de Al Sáder. Precisamente hoy, el líder rebelde se ha dirigido a su "enemigo", el presidente estadounidense, George W. Bush, al que "aconsejó" que retire sus tropas de Irak o, en caso contrario, se enfrente a "la revolución iraquí", según ha indicado en su oración del viernes leída por uno de sus representantes en la mezquita principal de Kufa, en el centro del país, según recoge la cadena británica Sky News.

Intensos combates en Bagdad

Bagdad, la capital iraquí, tampoco se libra del brote de violencia, y hoy ha registrado intensos combates entre las fuerzas de la coalición y las milicias. Esta mañana las tropas de Estados Unidos han abandonado las comisarías de policía y la sede municipal del barrio chií de Bagdad de Sadr City después de los sangrientos combates. Sin salirse de Bagdad, nueve personas han muerto en un ataque de los insurgentes contra un convoy que transportaba petróleo, según ha informado Reuters. Además, al menos dos soldados estadounidenses y un conductor civil han muerto al pisar una mina su vehículo en Taji, al norte de la capital iraquí. Otras 12 personas resultaron heridas, según un parte del Ejército norteamericano.

Al menos 23 muertos en Kerbala

En Kerbala, al sur de Bagdad, al menos quince iraquíes y seis peregrinos iraníes han perdido la vida por disparos de tropas búlgaras y polacas destacadas en ese ciudad santa chií, según han informado hoy fuentes hospitalarias. Mientras, la ciudad de Kut (al sur del país) ha sido recuerada por las tropas estadounidenses tras expulsar a los milicianos del jefe radical chií Múqtada Al Sáder.

Violencia en Baquba

Tropas norteamericanas y manifestantes iraquíes se han enfrentado también en Baquba, al norte de Bagdad. Los choques se iniciaron tras el rezo del viernes santo musulmán en las mezquitas. Simpatizantes del Múqtada Al Sáder y partidarios de la resistencia suní atacaron con piedras y armas automáticas cuarteles de la coalición.