Cientos de mujeres musulmanas protestan en París por la prohibición del velo en las escuelas
El Gobierno francés prohibirá a partir del próximo curso todo signo religioso "ostensible" en las escuelas públicas
Varios cientos de personas, en su mayoría mujeres ataviadas con el velo islámico, se han manifestado hoy por el centro de París para protestar por el proyecto de ley que prohíbe el uso de signos religiosos ostensibles en las escuelas.
Al son de la Marsellesa -himno nacional francés- y con sus carnés de identidad a la vista, los manifestantes han recorrido el centro de la capital francesa entre las plazas de la República y de la Bastilla. El cortejo, encuadrado por un servicio de seguridad compuesto por hombres, que han rehusado decir a que organización pertenecían, ha marchado tras una pancarta en la que se podía leer: Velo, cruz, kippa, dejadnos la elección.
Actualmente hay 12,5 millones de alumnos en la enseñanza primaria y secundaria en Francia, y en lo que va de curso se ha expulsado a tres chicas por llevar el velo islámico y otras tres han sido retiradas del colegio por sus familias.
La marcha de esta tarde ha sido organizada tras el llamamiento de dos chicas de Tremblay-en-France (Seine-Saint-Denis, afueras de la capital francesa) Woissila, de 17 años, e Ilhame, de 19 años, según afirmaron ellas a la prensa, al desmentir que la manifestación haya sido convocada por una asociación religiosa o por un partido.
Los llamamientos para que la gente participase en la manifestación han circulado desde el jueves pasado por Internet y en las asociaciones musulmanas francesas sin que los autores pudiesen ser identificados formalmente.
Otras protestas
La de París no es la primera ni la única protesta en contra del laicismo en las escuelas. Ayer, en Estrasburgo (noreste del país), más de seiscientas personas, en su mayoría mujeres que llevaban el velo, se manifestaron convocadas por el Partido de los Musulmanes de Francia (PMF), un grupúsculo que estigmatiza la futura prohibición del uso de signos religiosos ostensibles. En Aviñón (sureste), unas cincuenta mujeres también se concentraron ante la prefectura (delegación del Gobierno) para defender el uso del velo: "Nuestro velo es nuestra alma; Estamos sometidas a Dios, no a los hombres".
Una decisión polémica
Salvo algunas voces disonantes, la decisión del presidente francés, Jacques Chirac, de reforzar por ley el laicismo en Francia ha suscitado un cierto consenso. Chirac considera que el "uso de ropas o signos que manifiesten ostensiblemente la pertenencia religiosa deben ser prohibidos", como el velo islámico, la kippa judía o las cruces grandes cristianas.
Por contra, los "signos discretos" como medallas o colgantes con pequeñas cruces, coranes, manos de Fátima o estrellas de David "seguirán siendo naturalmente posibles", dijo Chirac en un discurso solemne pronunciado el pasado miércoles en el Palacio del Elíseo. Chirac mostró además su deseo de que se impida también por ley que un paciente pueda rechazar ser curado en un hospital público por un médico de sexo contrario.
Asimismo, el presidente se pronunció por un refuerzo del laicismo en la administración pública para que un funcionario no muestre sus tendencias religiosas, así como de dotar a las empresas de la potestad de reglamentar el uso de signos religiosos en su seno.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.