Una alerta por violación del espacio aéreo de Washington obliga a evacuar la Casa Blanca

Una alerta ocasionada según la cadena de televisión NBC por un avión que había tomado un rumbo equivocado y había penetrado en el espacio aéreo protegido sobre la ciudad de Washington ha obligado este mediodía a los servicios secretos a evacuar la Casa Blanca. Las autoridades aéreas estadounidenses han precisado sin embargo a la agencia Reuters que la alarma la ha desatado una lectura anómala del radar.

Las primeras informaciones indicaban que el aparato, del que se conoce cualquier detalle, había invadido el área de 15 kilómetros cuadrados que rodea el edificio, residencia oficial del presidente de Estados Unidos y sede del Gobierno del país.

La sombra del 11-S

Las autoridades aéreas se han puesto al parecer en contacto con el piloto, que, advertido de su error, ha corregido su ruta. La alerta ha sido cancelada apenas minutos después de activarse, y los funcionarios que trabajan en el edificio han podido regresar a sus puestos de trabajo. Los servicios secretos sólo han explicado al principio que la evacuación se ha producido por "una situación de emergencia", para luego confirmar que se había debido a un avión que ya continuaba su ruta hacia el sudoeste sin problemas.

Durante unos minutos la sombra de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra el Pentágono y las Torres Gemelas ha ensombrecido la capital de Estados Unidos. Los funcionarios que trabajan en el edificio presidencial y los turistas que lo visitaban han sido sacados de allí a toda velocidad por los servicios secretos, aunque los empleados han podido regresar en cuestión de minutos, cuando se ha confirmado que la alerta se ha debido a un error y no a un intento de atentado. Según la cadena de televisión Fox, un portavoz gubernamental ha precisado que la evacuación ni siquiera se ha llevado a cabo, pues la alerta se ha desactivado antes de que fuera necesario.

Bandadas de pájaros

Inmediatamente después de conocerse la situación de alerta, el zumbido de los cazas ha rasgado el aire de Washington, movilizados para evitar que se reprodujeran los ataques del 11-S. Una llamada del vicepresidente, el más alto cargo en estos momentos en la capital estadounidenses, hubiera bastado hoy para que los aviones de combate derribaran cualquier aparato comercial que supusiera una amenaza para la seguridad nacional.

Precisamente el portavoz de la Administración Federal de Aviación, William Shumann, ha precisado que la alerta se ha debido a una "falsa lectura del radar", puesto que cuando los cazas se han aproximado al lugar en el que debía encontrarse el supuesto avión "no han encontrado nada". Shumann ha explicado que este tipo de incidentes se pueden deber tanto a fenómenos meteorológicos (no parece el caso, puesto que hoy lucía un espléndido sol sobre la capital estadounidense) como a bandadas de pájaros.