El huracán Isabel recobra fuerza y causa un fuerte oleaje en la costa este de Estados Unidos
Washington retira la alerta en las Bahamas tras el paso del ciclón
El huracán Isabel ha recobrado hoy parte de la fuerza perdida en las últimas horas y ha dejado sentir sus efectos en forma de fuerte oleaje, copiosas lluvias y marejadas en el litoral sudeste de Estados Unidos, frente al que está ubicado el centro del sistema ciclónico.
El Centro Nacional de Huracanes de EE UU (CNH), con sede en Miami (Florida), ha informado a las 23.00 hora local (5.00 hora peninsular española) de que los vientos máximos sostenidos que desplegaba Isabel alcanzaban 177 kilómetros por hora, lo que mantiene en la categoría 2 de la escala de intensidades de Saffir-Simpson (del 1 al 5).
Así, el ciclón recupera su furia a medida que se desplaza en dirección norte-noroeste, a una velocidad de 13 kilómetros por hora. El sistema ciclónico se hallaba a esa hora a unos 840 kilómetros al sureste del cabo de Hatteras, en el Estado de Carolina del Norte. A medida que el huracán avanza hacia el norte, el torbellino que genera sobre el Atlántico produce olas de hasta cuatro metros de altura y fuertes marejadas que alcanzan ya las costas del sureste de Estados Unidos, dejando también copiosas lluvias a su paso.
Llegará a la costa en un día
Por ello, el CNH ha emitido un "aviso" de tormenta tropical entre el cabo de Fear, en Carolina del Norte, y Little River, en Carolina del Sur, lo que significa que las condiciones huracanadas pueden afectar esa zona litoral en las próximas 36 horas. Mantiene también efectiva la "vigilancia" de tormenta tropical para algunas zonas de Carolina del Sur y, al norte, hasta el Estado de Nueva Jersey. Los vientos con fuerza de huracán desplegados por Isabel alcanzan 235 kilómetros de su centro, mientras que los de tormenta tropical llegan a 420 kilómetros.
Una "vigilancia" de tormenta tropical y de huracán significa que se espera el paso de estos sistemas en un lapso de 24 a 36 horas. En Carolina del Norte, el Estado más amenazado por el huracán, las autoridades que declararon el estado de emergencia y recomendaron a más de 90.000 personas que abandonen sus residencias costeras. El gobernador, Mike Easley, ha indicado que los efectivos de la Reserva Nacional están en alerta para acudir en ayuda de los damnificados, quienes podrán recibir ayuda federal después de la tormenta.
Mientras tanto, el Gobierno levantó ayer la alerta dirigida a los ciudadanos estadounidenses para que eviten viajar a las Bahamas debido al huracán y pidió a los diplomáticos que abandonaron las islas que regresen después de que el fenómeno meteorológico pasara sin provocar daños.
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