El huracán Isabel avanza peligrosamente hacia la costa este de Estados Unidos
Se espera que toque tierra en Carolina del Norte en las últimas horas del jueves o al amanecer del viernes
El poderoso huracán Isabel, que amenaza con convertirse en uno de los más devastadores de los últimos diez años, se acerca peligrosamente a la costa este de Estados Unidos. Desde Florida a Nueva Inglaterra, los habitantes de toda la zona se preparan para recibir unos vientos que durante las últimas horas han llegado a alcanzar 250 kilómetros por hora, lo que significa categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, la más devastadora. Con esa fuerza, Isabel puede derribar tejados y elevar las mareas entre tres y cuatro metros por encima de lo normal, con las consiguientes inundaciones.
La tormenta avanza por el Atlántico con vientos sostenidos de más de 180 kilómetros por hora y puede tocar tierra en las últimas horas del jueves o al amanecer del viernes, según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami (Florida). De mantenerse las proyecciones actuales, el huracán puede entrar al continente americano por el Estado de Carolina del Norte, pero sus efectos también los sentirán millones de habitantes en Carolina del Sur, Virginia, Maryland, Pensilvania, Nueva Jersey y Washington, la capital del país.
Afortunadamente, anoche la velocidad ha descendido hasta los 205. Sin embargo, "las fluctuaciones en la intensidad de los grandes huracanes son comunes y pueden ocurrir en un lapso de 24 horas", según ha advertido el CNH en un boletín. Ante la proximidad del huracán, decenas de miles de personas de la región costera del nordeste continúan su éxodo hacia el interior.
El éxodo masivo
Aunque el ciclón está todavía a dos días de tierra firme, el peligro impulsó ayer al gobernador de Virginia, Mark Warner, a declarar el estado de emergencia, con el que puso en alerta total a la Guardia Nacional y a la policía del Estado. Por su parte, el Departamento de Control de Emergencias de Virginia instó a los habitantes de las zonas costeras a evacuar sus hogares si es necesario.
El éxodo masivo se inició anoche en Outer Banks, una estrecha franja de tierras bajas de más de 160 kilómetros de largo en la costa de Carolina del Norte, que puede ser la más afectada por el huracán. "Hemos instado a sus habitantes a que salgan lo más pronto posible", ha señalado en este sentido David Styron, coordinador de emergencia en la isla de Ocracoke, frente a los Outer Banks, donde la evacuación es obligatoria. "En estos momentos los transbordadores están llenos y se están haciendo la mayor cantidad posible de viajes", ha agregado Styron.
Quienes han decidido quedarse han invadido los comercios en busca de artículos de emergencia como baterías, alimentos y agua y tablones para cubrir las ventanas de sus viviendas. Por su parte, la Marina de EE UU ordenó ayer zarpar a más de 40 barcos y submarinos anclados en la base naval de Hampton Road, en Virginia, para impedir que resulten dañados por el paso de Isabel.
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