Un tribunal de EE UU revoca un centenar de condenas a muerte dictadas por jueces
El Supremo estadounidense dictaminó hace un año que sólo los jurados, y no los jueces, pueden dictar la pena capital
El Tribunal Federal de Apelaciones de San Francisco ha revocado hoy un centenar de sentencias de condena a muerte en varios estados del oeste de EE UU, con el argumento de que los acusados fueron condenados por jueces en lugar de jurados.
La decisión de este tribunal, con jurisdicción en ocho Estados del oeste del país, afecta a casos de Arizona, Idaho y Montana, ya que no la tiene sobre Nebraska y Colorado, que dependen de otra instancia federal de apelaciones.
El máximo tribunal decidió en junio de 2002 que los jueces, y no lo jurados, son los que pueden dictar la pena de muerte. El dictamen del Supremo anuló las sentencias de al menos 168 condenados en cinco Estados y potencialmente las de otros 628 en otros cuatro Estados en los que los jurados recomiendan las condenas, pero son los jueces los que tienen la última palabra.
Sin embargo, el Tribunal Supremo no clarificó si la decisión tenía o no carácter retroactivo, es decir, si afectaba a los presos ya condenados y a los que los jueces, en lugar de los jurados, habían condenado a pena de muerte en Arizona, Idaho, Montana, Colorado y Nebraska.
Cadena perpetua
El tribunal de San Francisco, en una decisión por ocho votos a favor y tres en contra, ha decidido que a los presos a los que sentenció un juez se les debe conmutar la sentencia por la cadena perpetua.
"Cuando [el Supremo] decidió que los jueces no tienen poder, de acuerdo con la Constitución, para dictar sentencias de pena de muerte, alteró los principios fundamentales en los que se basan los juicios de la pena capital", señaló el juez Sidney R. Thomas.
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