Detenido en EE UU un hombre que pretendía vender un misil tierra-aire a islamistas radicales
El FBI arresta además a dos afganos que blanqueaban dinero procedente del tráfico de armas
Las autoridades estadounidenses han confirmado la detención de tres personas relacionadas con el contrabando de armas. Se trata de un ciudadano británico arrestado cuando intentaba vender un misil de los que se disparan desde el hombro y dos afganos detenidos cuando blanqueaban dinero presuntamente procedente del tráfico de armas.
Fuentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han explicado que un hombre de nacionalidad británica y origen indio ha sido detenido hoy en las cercanías del aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) cuando intentó vender un misil a un agente federal que se había presentado como un extremista musulmán. Según fuentes citadas por la cadena de televisión CNN, el hombre dijo que era un traficante independiente de armas que había vendido su producto a la organización terrorista Al Qaeda.
Al mismo tiempo, otros dos hombres de origen afgano fueron detenidos en la Quinta Avenida de Manhattan (Nueva York), cuando realizaban una operación aparentemente vinculada al lavado del dinero obtenido con la venta de armas.
Operación internacional
Estas detenciones son el resultado de una investigación que ha durado cinco meses y en la que han participado las autoridades de EE UU, Gran Bretaña y Rusia. La operación comenzó en San Petersburgo y en Moscú, cuando agentes rusos entregaron un misil al hombre después de avisar a las
autoridades de EE UU. El misil era un SA-18 de fabricación rusa, capaz de derribar un avión en vuelo y que se lanza desde el hombro. Estos proyectiles pesan entre 15 y 17 kilogramos. El artefacto iba a ser vendido por un precio calculado en unos 100.000 dólares.
Fuentes del FBI han indicado que al parecer no existe ninguna vinculación directa entre los tres hombres y algún grupo terrorista. Además, añadieron que no se había recibido ninguna amenaza vinculada a la operación de contrabando del misil.
Las autoridades estadounidenses calculan que en el mundo hay unos 750.000 de esos proyectiles, que se pueden comprar en el mercado negro de armas. La preocupación sobre el uso terrorista de ese tipo de proyectiles aumentó el año pasado cuando dos de ellos fueron disparados, sin acertar, contra un avión israelí de pasajeros que despegó de un aeropuerto de Mombasa, en Kenia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.