50.000 evacuados por las inundaciones en la provincias argentinas de Santa Fe y Entre Ríos
La situación puede empeorar, ya que se prevé que las lluvias continúen hasta el jueves, mientras los servicios de socorro están desbordados
Las graves inundaciones que afectan al centro y al noreste de Argentina han provocado al menos siete muertos, más de 50.000 personas evacuadas, la rotura de puentes y el corte de rutas, así como cortes en el suministro eléctrico. Las zonas más afectadas son la ciudad argentina de Santa Fe y áreas rurales de la provincia del mismo nombre, así como la provincia de Entre Ríos.
Las intensas lluvias ya han anegado más de dos millones de hectáreas de ambas provincias por la inesperada crecida del río Salado, que no registra antecedentes de esta magnitud desde 1918. Según datos oficiales, el número de evacuados llega a 15.000 personas, pero extraoficialmente distintos medios de prensa hablan de 50.000 y el gobierno nacional advirtió de que si la situación se agrava podrían ser hasta 80.000 las personas que necesitan ayuda de urgencia. En este sentido, el Senado tiene previsto declarar zona de emergencia nacional y desastre a nueve departamentos del centro y norte de Santa Fe azotados por las aguas.
Ante la magnitud de la catástrofe, el Ministerio de Defensa de Argentina ha ordenado al Ejército el despliegue de algunas divisiones en las zonas inundadas para colaborar con los organismos de socorro y los gobiernos locales. Los damnificados han sido alojados en distintos centros comunitarios y cuarteles de bomberos, según ha informado la agencia de noticias local Infosic, mientras que el Hospital de Niños, ubicado al norte de la ciudad de Santa Fe, también ha tenido que ser evacuado por las autoridades provinciales cuando las aguas inundaban el edificio. Los pacientes del centro han sido trasladados por sus familiares a otros hospitales.
"Esto es un terremoto
Por el momento, se han registrado siete víctimas mortales, según ha informado el ministro de Gobierno de Santa F. El gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, ha comparado la situación con un terremoto. "Esto es un aluvión, es un terremoto, es algo nunca visto", se ha lamentado el mandatario durante una vuelta por las calles de la ciudad durante la cual los vecinos lo han increpado para reclamarle ayuda ante la emergencia, de acuerdo a las imágenes transmitidas por televisión.
Y las previsiones no son buenas. El Servicio Meteorológico Nacional ha informado de que se complicará la situación en la zona, ya que el pronóstico del tiempo prevé que las lluvias continuarán hasta el jueves incluido, por lo que se espera una mayor crecida del Salado y un incremento en el anegamiento de campos y ciudades. Además, algunas tormentas de intensidad abatirán también las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones y Santiago del Estero, donde ya se teme el avance de las aguas.
Las pérdidas en la producción agrícola en la zona superan los 200 millones de dólares, en las peores inundaciones en 30 años para la capital provincial de Santa Fe, de 400.000 habitantes, a oscuras por la falta de energía eléctrica. En esta ciudad, los servicios de socorro no alcanzan a atender las necesidades de los afectados, por lo que el Gobierno santafesino ha decretado la "emergencia hídrica" y la "alerta sanitaria".
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