Tanques israelíes rodean tres ciudades cisjordanas en respuesta al último atentado

El Gobierno israelí mantiene un cauto silencio sobre el último ataque palestino, que esta madrugada causó al menos tres muertos y 55 heridos en tel Aviv, pero su Ejército ha apostado esta mañana un número indeterminado de tanques a la entrada de tres ciudades palestinas de Cisjordania, Belén, Kalkilia y Tulkarem, ciudad esta última de donde procedía el suicida palestino. Además, se ha decretado el estado de alerta máxima en previsión de nuevos atentados.

Sin embargo, los tanques no parecen tener la intención de atacar. En este sentido, la radio pública israelí ha difundido un informe del Ejército de Israel que recomienda al primer ministro, Ariel Sharon, que conceda un "período de gracia" al nuevo primer ministro palestino, Mahmud Abas (alias Abu Mazen), para estudiar sus intenciones frente a los grupos de oposición en la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

En su discurso de investidura, Mazen prometió ayer que lucharía contra el terrorismo, controlaría las milicias y confiscaría las armas ilegales. Ante esta declaración de intenciones, las facciones radicales han cumplido esta madrugada su advertencia de responder con fuego a cualquier intento de desactivar la Intifada. Así, un terrorista palestino ha provocado al menos tres muertos y 55 heridos al inmolarse en el concurrido café Mike's Place del paseo marítimo de Tel Aviv. El local, frecuentado por turistas, se encuentra cerca de la embajada estadounidense.

La promesa de Mazen

En cuanto al número de víctimas del atentado, que se registró poco despues de la 1.00 horas en una concurrida zona de restaurantes y bares de la capital israelí, los datos son aún confusos. David Adom, un responsable de la Cruz Roja de David, el equivalente israelí a la Cruz Roja, indicó en un principio que había causado al menos cinco muertos y 65 heridos. Pero las informaciones posteriores han reducido el número de fallecidos a tres, incluido el kamikaze, aunque otras fuentes siguen hablando de cuatro muertos. En todo caso, se ha conocido que entre los muertos se encuentra una mujer de 20 años de nacionalidad francesa.

Entre los que continúan hospitalizados esta mañana, cuyo número oscila según las fuentes entre 15 y 22, de los que seis están en estado grave, se encuentra un guardia de seguridad que impedió que la tragedia fuera aún mayor. El guarda pidió al suicida la documentación a la entrada del local lo que, según varios testigos y las hipótesis barajadas por los organismos policiales, hizo que el terrorista se inmolara a las puertas del local y no dentro.

La autoría del atentado suicida -el número 251 desde que en 1993 se produjo el primero en la franja de Gaza-, ha sido asumido por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y por las Brigadas de Al-Kassam de Hamás en un comunicado: "Este ataque fue llevado a cabo por un mártir procedente de Tulkarem para vengar a Mazen Erapeh, un miembro de Al Aqsa que murió en Nablús (a manos del Ejército israelí) y fue planificado de forma conjunta".