Una mujer muere y otras dos logran huir del teatro secuestrado en Moscú

Los terroristas chechenos que ayer por la tarde asaltaron un teatro de Moscú con centenares de personas dentro han matado a una rehén y han disparado con lanzagranadas contra otras dos que han logrado, sin embargo, escapar. Una de ellas ha resultado herida, según la agencia Interfax. Los captores, que han prohibido a los secuestrados utilizar los teléfonos móviles, han separado por grupos a los rehenes y han amenazado con volar el teatro si no se atiende su demanda: la retirada de las tropas rusas de Chechenia.

El cadáver de la fallecida, que según los secuestradores era una policía, lo que niegan las autoridades rusas, ya ha sido retirado. Los servicios secretos rusos han confirmado la muerte por un disparo en el pecho. De las dos jóvenes que han logrado huir, una ha sido atendida por heridas de granada, mientras que la otra "está en condiciones de andar", ha precisado la misma fuente.

Según un portavoz de la policía moscovita, Kirill Mazurin, los secuestradores dispararon granadas de mortero contra las dos mujeres en el momento en que huyeron.

En cuanto a la por ahora única fallecida en este suceso, las mismas fuentes han aclarado que su muerte se produjo anoche durante la toma de la sala, cuando la mujer intentó escapar, lo que desmiente la información de la agencia rusa Itar-Tass, que aseguraba, citando a un policía, que la mujer había sido ejecutada por los terroristas en cumplimiento de sus amenazas.

Los terroristas habían advertido en un mensaje al Gobierno ruso de que empezarán a fusilar a los rehenes si las autoridades no dan respuesta a las exigencias de la retirada militar rusa de Chechenia. También han amenazado con volar el teatro si no se cumplen sus exigencias.

Negociaciones

Mientras, un diputado checheno, Aslambek Aslajanov, único interlocutor que los asaltantes -unos 50, incluyendo mujeres- han reconocido hasta el momento, ha comenzado a negociar con los terroristas.

Esta mañana pudieron salir de la sala cinco de los retenidos -un británico con problemas de salud, mujeres y niños-. Ayer ya habían dejado salir a algunos niños y a los espectadores de origen musulmán. En total, 37 personas han sido liberadas. Además, miembros de la Cruz Roja han podido entrar con medicinas en el teatro, tal y como habían exigido los miembros del comando.

Terroristas preparados en el extranjero

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha roto su silencio y ha afirmado que el asalto se "planeó en centros terroristas extranjeros", ya que "la primera información con la que salieron los portavoces de los terroristas vino del exterior", aludiendo al ideólogo checheno Movladí Udúgov, que comunicó el asalto a un medio de comunicación de un país árabe.

También ha asegurado que el primer objetivo de las fuerzas de seguridad es liberar a los rehenes y garantizar sus vidas. Putin intenta tranquilizar a una población atemorizada ante una operación militar habida cuenta de las amenazas de los terroristas. Los rehenes han preparado una carta en la que piden a Putin que cumpla con las exigencias de sus captores y aseguran que temen por sus vidas. Una rehén, que ha podido hablar en directo a través de la cadena de televisión NTV, ha pedido a la policía que "no se le ocurra en ningún caso hacer nada que pueda provocar un baño de sangre, porque moriremos todos".

Negociaciones con diplomáticos extranjeros

El secuestro mantiene en vilo desde ayer a todo el mundo, ya que en el interior del teatro se encuentran al menos 75 ciudadanos extranjeros que asistían al espectáculo. Los terroristas anunciaron que liberarían a estas personas al amanecer, pero no lo han hecho.

Por otro lado, la ONU, a través del Consejo de Seguridad, ha emitido un comunicado en el que condena "el acto de terrorismo internacional" y exigen la liberación inmediata de los rehenes, reiterando su determinación de combatir todas las formas de terrorismo, procedan de donde procedan.