La desmovilización de los votantes marca el final de la campaña para las Legislativas
El nivel de participación, la cota de la extrema derecha y el impacto que puede tener el récord de 8.456 candidatos son las grandes incógnitas de estos comicios
La falta de pasión ha marcado la campaña, que concluye hoy, para la primera ronda de las Legislativas del domingo, en la que la derecha de Chirac parte como favorita, aunque la desmovilización del electorado puede crear sorpresas. El nivel de participación, la cota de la extrema derecha y el impacto que puede tener el récord de 8.456 candidatos son las grandes incógnitas de estos comicios.
Los últimos sondeos dan la ventaja a la derecha en la primera vuelta y, en la segunda, una holgada mayoría en la cámara, a la vez que muestran a una izquierda debilitada por su fracaso presidencial y con una crisis de liderazgo.
"La ausencia de movilización" en la recta final de la primera vuelta es "preocupante" de cara a la participación, señala el director del instituto demoscópico Ipsos, Pierre Giacometti. Según su colega de Sofres Philippe Méchet, que vaticina un "alto" índice de abstención, "probablemente algo más fuerte" a la izquierda que a la derecha, "los franceses están como agotados" por la enorme movilización vivida entre las dos vueltas de las Presidenciales.
El presidente neogaullista Jacques Chirac ha intervenido en persona en la campaña para las Legislativas para pedir a los franceses que le den una mayoría "verdadera", "clara" y "coherente", es decir, de derechas, para aplicar durante cinco años "la política que necesita Francia".
Regresión social
Descorazonados y huérfanos de Jospin, los socialistas han hecho campaña sin grandes ilusiones, aunque en la última semana pasaron a la ofensiva. El líder y cabeza de lista del Partido Socialista (PS), Francois Hollande, ha advertido de que una victoria de la derecha sería una "pesadilla" para Francia, supondría una "regresión social" en todos los frentes y pondría "todo el poder" en las manos de "un solo partido", el de Chirac.
El ultraderechista Frente Nacional (FN) confía en la dispersión de los votos y el desfase entre el electorado y la clase política tradicional evidenciado en la primera ronda de las Presidenciales le permitan dar la "sorpresa". Su líder Jean-Marie Le Pen vaticina que el FN estará en condiciones de pasar a la segunda vuelta "en más de 300 circunscripciones", aunque, penalizado por el sistema mayoritario, es difícil que consiga más que un puñado de diputados en la Asamblea Nacional, según los sondeos.
Para pasar a la segunda vuelta se requieren los sufragios de al menos el 12,5% de los votantes inscritos. Hay tantos candidatos que se prevén más duelos entre el FN y la derecha o la izquierda, que "triangulares" (ultraderecha-derecha-izquierda).
