La Policía cubana desaloja al grupo atrincherado en la Embajada de México

Las fuerzas del orden cubanas han desalojado al grupo de 21 cubanos que permanecía atrincherado en el recinto de la Embajada de México en La Habana "a petición del Gobierno mexicano" y "sin que se produjera el menor incidente", según indica un comunicado oficial del Gobierno cubano.

"El Gobierno mexicano solicitó, a través de su embajador [Ricardo Pascoe], que las autoridades cubanas procediesen a desalojar a los individuos que la asaltaron. Dicha solicitud

se hizo cumpliendo todas las formalidades y por escrito", señala el comunicado cubano.

A las 04.30 hora local (10.30 en España), "un destacamento especializado y desarmado procedió a realizar el desalojo, que tuvo lugar de forma planificada, y conforme a la solicitud y los deseos del Gobierno de México, sin que ocurriera el menor incidente", aseguran las autoridades de La Habana.

Anoche, un alto funcionario de la Cancillería mexicana, Gustavo Iruegas, se reunió durante más de dos horas con los 21 hombres, entre ellos dos jóvenes de entre 15 y 20 años, que irrumpieron por la fuerza en la Embajada de México en La Habana para intentar hallar una solución a la crisis.

Ayer, varias decenas de personas acudieron a la sede diplomática después de difundirse por la isla un rumor: que México había cambiado su política migratoria y que iba a dar a asilo a todos los cubanos que lo pidieran. En medio de la confusión, una veintena de cubanos estrelló un autobús contra la verja de la Embajada de este país en La Habana para pedir asilo.

El grupo se atrincheró en la sede diplomática, de la que han sido desalojados hoy, tras la intervención del propio Fidel Castro, que ayer se personó en la embajada para calmar la situación. El conflicto también provocó una rápida respuesta de EE UU, que pidió a México que lo resolviera de forma "humanitaria y teniendo en cuenta sus obligaciones internacionales".

"Centenares" de detenciones

Por su parte, el disidente Elizardo Sánchez Santa Cruz, líder de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), rechazó "el uso de la fuerza para buscar refugio o asilo en embajadas". Además, denunció que la policía ha realizado "centenares" de detenciones en las inmediaciones de la sede, que permanece rodeada por la policía.

El origen del rumor fueron unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores mexicano, Jorge Castañeda, de viaje oficial en Miami, que afirmó el martes al diario El Nuevo Herald que "las puertas de la embajada están abiertas a todos los ciudadanos cubanos, del mismo modo que lo está México".

Mientras tanto, los Gobiernos de México y Cuba se han apresurado a minimizar el impacto que este conflicto pueda tener en sus recientemente relanzadas relaciones bilaterales. Así, las autoridades de ambos países han responsabilizado del incidente a "grupos radicales anticastristas" del incidente.

La Cancillería de México informó anoche de que el presidente Vicente Fox habló con Castro para "agradecerle su intervención personal y su apoyo para normalizar la situación que se vive en la embajada".

El segundo traspiés de Castañeda

Además, añadió que "las actividades se están normalizando" en la sede diplomática. En este sentido, Castañeda aseguró a una emisora local que el incidente no echará por la borda los avances alcanzados durante la visita de Fox a Cuba.

Hace un mes, el conservador Fox se convirtió en el primer mandatario mexicano en siete años en visitar oficialmente la isla con el objetivo de limar asperezas y relanzar unas relaciones muy deterioradas durante la última década.

Sin embargo, el delicado incidente diplomático ha dado pie a la oposición mexicana para cargar contra Castañeda y pedir su dimisión. Los diputados de Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido del Trabajo (PT) recuerdan que el de ayer no es el único tropiezo de Castañeda con Cuba.

Las relaciones entre ambos países ya sufrieron un encontronazo verbal a mediados del año pasado, entre Castañeda y su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque.

"Como siempre, el boquiflojo canciller, en su afán de proteger los intereses estadounidenses, habló de más y provocó la reacción de grupos anticastristas de Cuba", ha declarado el diputado izquierdista Emilio Ulloa.

Para el legislador priísta Jaime Martínez, "no puede ponerse en riesgo la relación de amistad ininterrumpida con la isla, que data de más de un siglo".